Sentía que la vida se me estaba llendo muy deprisa y no la estaba aprovechando como yo quisiera, me gustaría hacer cosas que hacen las chicas de mi edad como salir hasta regresar tarde a casa, salir a fiestas y no preocuparme por cosas insignificantes.
Después de aquella discusión que tuvieron mis padres estuve pensando demasiado en ello que termine con un dolor insufrible de cabeza, así que trate de despejarme. Si ellos tenían problemas en su matrimonio y ya no podían seguir por mi que se separarán, en casos como este creo que era lo mejor, así ya no se hacían daño entre ellos y de una forma no nos perjudicarían más a mi hermano y a mi.
-No puedo creer que esté en mi relación más larga- Dijo Selene que nos estaba contando que llevaba cinco meses de novia con su hermanastro, que por cierto tiene dieciocho años.
La madre de Selene, Zara, se había separado de su esposo cuando Selene tenía cinco años. Él la golpeaba y cuando la situación se puso intensa decidió divorciarse por el bien suyo y de sus hijas. Años después su madre trató de seguir adelante y salió algunas veces con hombres. Pero según Selene ha establecido una relación para llevarla en serio. De ahí Selene conoció a Joseph, su hermanastro universitario con el cual sale a escondidas.
-Debe ser emocionante salir con un hombre mayor- Dijo Emily. Yo no sé si está en lo correcto.
-¿No has pensado que podría pasar si tu madre los descubre? probablemente Joseph termine en la cárcel, es un delito salir con una menor de edad- le dije a Selene para que intentara pensar con la cabeza fría lo que estaba haciendo.
-No me interesa, por ahora quiero disfrutar- dijo despreocupada.
Me gustaría ser un poco así. Despreocupada.
Después de que el receso terminó fui a los vestidores a cambiarme para gimnasia. El uniforme no me gustaba, era algo ajustado y me hacia sentir vergüenza. Aunque ver delante de mi a Emily me hacia pensar si ella también sentiría vergüenza... lo digo por que sus pechos son enormes y al trotar pues...
-¿Te gusta lo que ves?- me dijo con una sonrisa pícara.
-Tan puerca como siempre- dije rodando los ojos.
Mientras nos estirábamos para calentar pude notar que aquí mismo estaban algunos chicos de último año. Incluido el chico de ojos verdes, si, ese con el cual soñaba aveces.
-Mira Miranda, creo que está mirando hacia aquí- Dijo señalando hacia donde estaba aquel grupo.
Y al parecer era verdad, oh tal vez por los nervios empecé a imaginarme cosas.
-Tienes que hacerte notar- Me dijo ella animada.
-¿Cómo se supone que haré eso?- No entendía y no quería hacerlo.
-No sé, pero si quieres que él se fije más en ti tienes que llamar su atención-
-Uhmm... claro-
-A todo esto, ¿me veo bien? quiero decir... ¿no estoy despeinada ni nada por el estilo?- me preguntó ella un poco preocupada.
-No, te miras bien- Dije con una pequeña sonrisa.
-genial, quiero que él me mire-
Quiero que él me mire
Esto ultimo lo dijo en un susurro que por un momento pasó desapercibido por mi, oh tal vez en serio estoy empezando a imaginar y escuchar cosas que no son reales.El profesor hizo sonar su silbato y empezamos a trotar para después correr.
Después de ocho vueltas sin dejar que parásemos para descansar termine hecha mierda.
-creo que voy a parir aquí mismo- le dije jadeando a Selene.
Ella soltó una carcajada, oh un intento de eso porque por cada intento que hacia por reírse se apretaba el estómago y hacia muecas.
-Si piensas hacerlo hazlo en el césped, nos llenaras de sangre- dijo ella mientras hacia el intento de reír.
Después de clase de gimnasia fui a darme una ducha a los vestidores, ya que olía horrible y sudaba como puerco.
Al terminar salí de allí y me senté a esperar a mis amigas a que acabarán de vestirse. Miré al frente y Andy venía hacia acá.
Eran ella y sus secuaces que tal vez venían a hacerme la vida imposible.
-Hola rara- dijo Andy
-Hola...- dije con voz neutral.
-¿Qué se siente ser tan estúpida y patética? desde primer año supe que eras un bicho raro-
¿solo venían a insultarme?
-Deberías preocuparte por tu aspecto, pareces un cadáver con la piel tan pálida-
-¿se tomaron el tiempo de venir a insultarme, yo debería ser la patética?- dije mirándola sin mostrar mi enojo.
No dijeron nada así que continué
-Yo desde primer año supe que eras una perra, una persona horrible sin consideración a los sentimientos de los demás-
-¡¿Quién te crees para hablarme así?!-gritó histérica.
-Un bicho raro-
No me dio tiempo de continuar por que tomó la manguera de la jardinera y me empapo completamente de agua.
-Esto es solo el principio, te lo mereces. A mi nadie me habla así-
Dicho esto, se dio media vuelta con sus "amigas" y se fue.
Y yo me quedé ahí parada sin saber que hacer.
No traía otro repuesto de uniforme, asi que estaba jodida.
-Hola...- me dijo esa voz, esa voz que me hacia, aunque suene cursi, suspirar. Definitivamente el amor hace estúpidas a las personas. Y sobre todo, cursis.
-Miré lo que te hicieron esas chicas. Espero que no te hayan hecho algo más- dijo él.
Me quedé como estúpida seguramente, mirando sus ojos. Pero es que son bellísimos, podría arrancárselos y ponerlos en mi pared. Aunque eso suena malo.
-¿Hola?-
-¡¡A-ah!!... hola- dije con timidez, que vergonzoso, miró como me humillaron, este día se esta poniendo peor.
-Me gustó la forma en la que te defendiste, alguien debería haberles hablado así antes-
-pues... No fue gran cosa, ellas suelen meterse conmigo aveces.- dije nerviosa.
Se acercó hasta llegar a mi y hizo algo que no pensé que haría. Me dio su chaqueta.
-¿por qué?- pregunte sonrojandome.
-Tienes la camisa mojada...- dijo dando una mirada y comprendí, él se sonrojo creo que tanto como yo.
-¿No quieres ir con la trabajadora social? Así castigarían a esas tipas-
Lo pensé pero decidí que no, no quería causar más problemas.
-No... Solo iré a buscar si tienen camisas de reserva para que me presten una-
-En ese caso, te acompaño- dijo sonriendome.
Esto parecían un sueño, no quería que terminará. Debería agradecer a Andy por rociarme con la manguera.
Mientras Caminábamos estuvimos hablando y puedo decir que me ha gustado más, su sonrisa, su forma de ver las cosas.
-A todo esto, soy Noah- dijo sonriendome aun más. -Es curioso, hemos hablado y no nos hemos dicho nuestros nombres, ¿cuál es el tuyo?-
-Mi nombre es Miranda- dije con una tímida sonrisa.
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Ojos Esmeralda.
Teen FictionCuando Miranda entró a la secundaria no esperaba tantos cambios, el crecer y el descubrimiento de nuevas emociones como el amor no era algo que estaba en sus planes. "Era octubre del año 2015 y entonces te miré, tus ojos color verde como dos esm...