14. La razón era él.

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Dedicado a aquellas personas que han leído y votado por esta novela, aunque no sea la mejor y solo tuviera una vista, eso me motivaría a seguir escribiendo, gracias.

MIRANDA

-Ahí están mis amigas, iré con ellas... por cierto gracias por acompañarme y prestarme tu chaqueta- Dije mirándolo tímidamente.

-No fue nada, fue agradable hablar contigo y creo que deberíamos hacerlo seguido- Dijo él.

-Entonces, hasta luego- le Sonreí.

-Bien, nos vemos-

Caminé hacia el frente y me imaginé que él estaba sonriendo, así que yo Sonreí por pensar en eso.

-¿Dónde estabas? pensamos que estarías afuera de los vestidores esperándonos- me dijo Selene regañandome.

-Pues verán...-

Comencé a contarles lo que había sucedido, que Andy llegó y me insultó, como me defendí ,que ella se vengó mojandome el uniforme y como Noah me acompañó y charló conmigo.

-Eso es tan lindo, me imagino que él te   pasó su numero de celular ¿oh me equivoco?- dijo Selene curiosa.

-Pues no...- dije yo apenada.

-Tal vez no lo pensó. Pero yo te lo daré, recuerda que él me lo pasó y así podrás hablar con él- Dijo Emily.

-Si, eso suena mejor,pero... ¿no sería raro que comience a enviarle mensajes así? ¿no seria mejor esperar a que él se decida y me lo pase?-

-Tonterías, te lo daré y así comenzaras tu la iniciativa-

...
Después de clases llegué a mi casa y me recibió mi perrita Luna, no me dio tiempo de dejar mis cosas en el sofá porque empezó a dar brincos y a dar vueltas.

-Hola Luna- dije haciendo una voz tierna y dándole caricias en su cabeza, ella era la única que me hacia sentir bien en casa.

Después de comer Prendí la televisión y recordé que Emily me había dado el numero de celular de Noah y pensé si seria buena idea mandarle un mensaje, no quiero parecer desesperada oh parecer muy obvia.

A la mierda.

Tomé mi celular y lo agregue a Whatsapp. Ya estaba hecho.

Podría comenzar con...

¡Hola soy Miranda...

Antes de mandarlo pensé, ¿debería añadir algún emoji? Sí...

¡Hola soy Miranda 😶!

Lo mandé y esperé a que me respondiera... cinco minutos... nueve... y me estaba poniendo nerviosa y impacientando. Después de doce minutos llegó una notificación.

-Hola 🙈 ¿cómo conseguiste mi numero? 😶

-Me lo pasó Emily, una amiga... le conté sobre lo que ha pasado el día de hoy y ella me dijo que tenía tu numero  y me lo ha  dado, espero que no te moleste 😔

Tardó un momento en responder y por mi mensaje me empecé a poner de nuevo nerviosa ¿se habría molestado? ¿pensaria que soy rara?

-No importa, pensaba dártelo mañana que te viera así que tu amiga nos hizo un favor 😉

Esa respuesta me alivió un poco.

Después de un rato donde hablamos de muchas cosas él dijo que se tenia que ir así que terminamos de hablar, se me hizo más tarde de lo común y me fui a dormir.

Esa noche soñé con él.

...

Esa mañana estaba contenta, lo cual era raro ya que según Emily, diariamente tengo una cara larga, por eso noté la diferencia a los anteriores días.

La razón era él.

-Buenos días Miranda, te veo muy sonriente ¿eh?- dijo Selene que venía junto a Emily, esta ultima un poco rara.

-Uhmm... Sí- Dije mirando a Emily quien me evitaba la mirada.

-¿Y eso, te ha sucedido algo interesante?- dijo con un tono pícaro y dándome codazos.

-Pues ayer estuve hablando con Noah y me pareció que no metí la pata esta vez, se podría decir que sí-

-Eso es fantástico Miranda, al fin tendrás un novio y podremos salir a citas los seis... aunque ahora que recuerdo Emily no tiene novio...- dijo esta pensando, Emily solo puso los ojos en blanco.

-¿A Joseph le gusta juntarse con chicos de secundaria? ¿no te parece que sería algo incómodo?-le pregunté a Selene.

-No lo había pensado, quizás tengas razón-

Supongo que eran las desventajas de salir con un chico mayor, están acostumbrados a otras cosas, no ha juntarse con niños de secundaría.

...

Solía caminar alrededor de la escuela, con la emoción de encontrarme con él y lanzarnos miradas. Aveces volteaba a un lado y él estaba ahi, mirándome, pero cuando lo descubría él volteaba hacía otro lado disimuladamente.

Aunque ninguno de los dos hablara y solo con mirarnos, sabía que todo estaba bien. Vivía en mi propia burbuja donde todo era perfecto.

Aveces no es bueno vivir en una burbuja, piensas que todo está bien y de una forma no quieres ver más allá, la realidad.

Por mi emoción al ver a Noah es que empezó a gustarme ir a la escuela, era la razón por la que sonreía en aquel entonces y por la que me esforzaba.
De una forma el verlo a él todos los días hacia que mi día siempre fuera un poco mejor.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora