18. ¿Antes de qué?

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La sensación era dulce, como si estuviera en una nube esponjosa. No sabría describirlo pero me gustaba. Jamás en mi vida pensé que llegaría a besar a Noah, lo veía como algo imposible pero ahora estaba sucediendo.

Su mano viajó a mi cintura mientras se acercaba más a mi, aunque eso ya no se podía. Pensaba aprovechar este momento y guardarlo en mi memoria para recordarlo cada vez que pudiera.

Una vez que nos separamos él me miro profundamente a los ojos mientras llevaba su mano a mi mejilla y la acariciaba.

-Te acompaño a tu casa- me dijo sonriendo.

Asentí a modo de respuesta y caminamos de la mano hasta llegar a mi casa.

...

-Esta bien aquí, mis padres deben estar durmiendo y no quiero despertarlos- Aunque probablemente mi madre estuviera esperándome molesta ya que nunca tardo en regresar a casa.

-Bien, nos vemos el lunes- Dijo acercándose y besándome en los labios. Yo no me resistí y disfruté lo que pude.

Abrí la puerta silenciosamente, las luces estaban apagadas así que probablemente si estaban durmiendo.

Pensé que la suerte estaba de mi lado el día de hoy cuando la luz de la sala se prendió y mi madre se encontraba sentada en el sillón de la sala. Me miraba fijamente y con una mirada acusadora mientras se cruzaba de brazos.

-¿Qué horas son estas de llegar?- dijo ella molesta.

-Uhmm... pues se me hizo algo tarde- Le contesté mirando al piso, no quería mirarla a los ojos porque me pondría nerviosa.

-Ya sé que es algo tarde, son casi las tres de la mañana. Al parecer la pequeña reunión terminó convirtiéndose en otra cosa-

Me quedé callada y al parecer eso la irritó todavia más.

-Y por cierto ¿quién es ese niño que estaba contigo en la entrada?- dijo ella con su tono de voz ya normal. Me tranquilizó un poco que no se enfadará aun más cuando hizo esa pregunta.

Mieeeeeeeeerda.

No pensaba decirle que él era... precisamente él, recalcando él.
Tal vez me prohibiera verlo, tal vez se pondría como loca diciendo que solo estaba pensando utilizarme para una cosa, ya que ella creía que todos los hombres buscaban solamente una cosa.

No me di cuenta que había tardado en responder cuando ella ya lucía fuera de sus casillas...

-¿Y bien?- dijo golpeando ligeramente sus dedos sobre la mesita de café.

No había pasado la idea en mi cabeza de que ella pudo habernos visto, Noah se despidió de mi dandome un beso en los labios...

-¿Te sucede algo? te has puesto pálida, aparte de que ya eres toda una gasparin- Me miró entrecerrando sus ojos.

-Yo uhmm... él es amigo de Emily y se ofreció a traerme a casa, es muy peligroso andar sola en la calle y tú sabes eso- dije ya más tranquila.

-Bueno en eso tienes razón, solo cuidate y no llegues tan tarde, eres la esperanza de esta familia porque aquí entre nos, tu hermano ya esta algo desviado del camino- dijo ella mirándose las manos.

Eso me sorprendió.

-Como puedes decir eso mamá, él también es tu hijo...-

-Ya lo sé pero él ya no tiene remedio-

Era cierto que Matt no era muy bueno en la escuela pero aún podía salir adelante, pero su actitud arrogante y malcriada era porque mis padres le permitían muchas cosas y no le ponían un alto. Yo también tenia derecho a divertirme y ser algo irresponsable... Solo un poquito.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora