Ojos Esmeralda.

21. Ella vale la pena.

NOAH

Miranda no me había llamado desde aquella noche, había sido incómodo y sabía perfectamente que había arruinado todo, otra vez. Debía disculparme lo antes posible.

Le había dejado algunos mensajes pero no contestaba ninguno, también ignoraba mis llamadas.
Era mi primera relación y lo arruiné por mi urgencia de querer tener sexo.

Ya había caminado algunas veces por el jardín del instituto para tener la oportunidad de verla pero nada, lo mismo pasaba en cafetería.

Iba tan concentrado en mi objetivo cuando sentí que me llamaban. Ignoré a esa persona cuando me tomaron por la espalda.

-¡Oye! Llevo algunos minutos llamándote y me ingorabas- me dijo esa voz que ya conocía.

-Hola Emily- saludé ya cansado.

-Te veo algo cansado- dijo ella curiosa y peinando su largo cabello.

Después de todo este tiempo que llevaba de relación con Miranda Emily y yo nos habíamos vuelto amigos, nos llevábamos bien.
Lo que había pasado hace tiempo quedó en el pasado y ella al parecer ya se había olvidado del tema, había dicho que solo fue un impulso y que no volvería a pasar.

-Estaba buscando a Miranda-  no mencionaría el problema que habíamos tenido ella y yo, sabía que era un idiota pero no quería que me Emily me lo recordara.
Aunque supongo que ella como su mejor amiga me patearía las bolas.

-¿Problemas?- preguntó.

-Algo así, solo que no contesta mis llamadas-

-¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó sonriendo.

-Pues...- ¿Deberia contarle?

-Puedes confiar en mí, recuerda que solo somos amigos- Dijo ella tomando mi mano y sonriendo.

No negaba que Emily era una chica muy hermosa, tenía un largo cabello rubio y una bella figura. Pero yo me había interesado en cierta chica pecosa y linda sonrisa.

-La cagué- Dije dejando caer mi peso en una banca en el jardín.

-¿Me dirás que hiciste?- preguntó ella sentándose a mi lado.

Necesitaba desahogarme con alguien y Emily parecía buena opción.

-Recuerda que puedes confiar en mí...- dijo ella tratando de que hablara.

-Verás...-

Le conté todo lo que había pasado, que le estuve insistiendo a Miranda para tener sexo con ella y como terminé por arruinar todo aquella noche en la que casi lograba por segunda vez lo que yo quería.

Porque era lo que yo quería, no lo que ella quería.

-Mhmm....-pensó- te equivocaste, pero no creo que sea el fin de su relación. Solo no seas tan Impulsivo, además tú le gustas mucho a Miranda y sé que te quiere. -Finalizó.

-Gracias...- me sonrió y pude ver que en su mirada había algo de tristeza, no estaba seguro- ¿crees que debería buscarla?- pregunté.

Me miró y iba a decir algo pero luego dudó y finalmente me dijo...

-Ve por ella-  Y eso hice.

Me paré y comencé a caminar cuando Emily me dijo una última cosa e hizo que volteara.

-Recuerda que siempre que necesites ayuda estaré para ti- dijo dándome una pequeña sonrisa.

Salí casi corriendo por los pasillos tratando de encontrarla pero no me estaba llendo muy bien cuando no me fijé y en mi búsqueda choqué con alguien.

-Disculpame- dije preocupado al ver que la persona con la que había chocado no era nada más que una chica de tal vez segundo año. Su cabello era castaño dorado y a través de unas gafas ocultaba unos grandes ojos parecidos del mismo color.

Ella se sonrojó en cuanto me miró y pude notar que se puso algo nerviosa. -Uhmm... No hay problema- respondió en un tono de voz muy cálido.

Algo en ella me recordó a Miranda y eso solo aumentó mi arrepentimiento y mi culpa.

Cuando ya no pude seguir más me resigne y terminé recargandome en una pared. ¿Miranda me quería tanto? ¿Yo me la merecía? No dejaba de atormentarme con esos pensamientos.

-¿Noah?- dijo esa voz, la de ella.

Miré a un lado y ahí estaba ella, me miraba con algo de tristeza y confusión en su rostro. Ella se acercó a mi.

-Te estuve buscando- fue lo único que salió de mi boca.

-Lo sé... Emily me lo dijo- dijo ella acercándose hacia donde estaba yo y recargándose a mi lado.

-Escucha Noah...- suspiró y siguió hablando- No creo que nuestra relación vaya a funcionar, no puedo darte eso que tú me pides-
¿Estaba rompiendo conmigo?

-¿Quieres decir que mejor hay que terminar?- pregunté con algo de pánico. ¿No me quería?

-Es solo que... si dices que me quieres entonces deberías pensar un poco en mí...- dijo con voz apagada.

-Entonces vayamos poco a poco, ya no te obligaré a nada que tú no quieras- dije tratando de salvar nuestra relación. -Y quiero que me perdones, me comporté como un idiota- dije rascando mi nuca nervioso.

-¿Me prometes que iremos poco a poco?- la idea me mataba lentamente pero por ella valía la pena.

-Por ti, claro- dije tomando su mano. Ella me miró con duda.

-Entonces está bien- dijo por fin.

-¿Me quieres?- preguntó de repente. Antes se lo había dicho muchas veces pero no sé porque lo preguntaba ahora, creo que era hora de decirle que yo la amaba. Aunque llevábamos mucho tiempo de relación nunca se lo había dicho.

Me estaba tomando de la mano y se recargó en mi pecho, solía hacer eso y me gustaba. Ella esperaba mi respuesta.

-Te amo- dije mirándola y se sorprendió.

-Yo también te amo- dijo sonrojándose y acercándose a mi rostro para besarme, yo le correspondí.

No la besé con urgencia. Fue de manera lenta para que sintiera cuanto la quería. Ella sonrió en medio del beso y la pegué más a mi.

Me daban ganas de mandar la promesa al diablo y demostrarle de verdad como me sentía, pero debía ser paciente porque después de todo ella valía la pena.

*.....*

-¿Cómo te fue?- Estaba sentado esperando el autobús cuando Emily llegó y sentó a mi lado.

-Bien, gracias a ti- dije sonriendo. Creo que ella debería ser cupido.

-No fue nada. Solo quería que mi amiga fuera feliz- dijo mirando al frente y sonriendo con tristeza.

-No sabía que también tomabas este autobús-

-Lo hago siempre, sólo que tu nunca me habías notado- dijo ella volteando a verme. Me sentí extraño.

-Ah...- fue lo único que pude decir.

-¿Puedo cobrarte?- preguntó.

-¿A qué te refieres?- no entendía que me quería decir.

-Por ayudarte con Emily tontito- dijo sonriendo.

Ella se puso de pie quedando frente a mi.

-Mejor haslo después, ¿qué tal mañana? porque el autobús ya lleg...-

No pude continuar porque ella se inclinó y me besó sorprendiéndome.

-Con esto es suficiente- dijo poniéndose de pie y dejándome sorprendido.

                      . . . . . . . .

Tenía ganas de escribir y salió esto. Espero que les guste y pueden dejarme a alguna sugerencia sobre la historia.
Baih💙✌

💙💜Emily en multimedia.💜💙