Capítulo 22: Cafetería.

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Brooke.

—¿Qué vamos a hacer mañana, papá?—le pregunté mientras desempacabamos nuestras cosas.

—Tengo unas actividades planeadas, solo va a ser una semana pero la mayoria de las actividades son del turismo que hay aquí— me explicó.

Debido a que el avión se retrasó un poco, llegamos a las 6:30 p.m a Canadá, así que oficialmente las actividades empezaran mañana.
Papá dijo que podíamos ver el área, siempre y cuando no nos alejaramos demasiado.

—Voy a salir un rato papá— le avisé.

—¿A dónde vas?— preguntó.

—Voy a ver a Ryan, Sam y Alex para salir a caminar, ¿en qué habitación estan?— pregunté.

—Alex está en la 14•B con Ryan y Sam esta a lado con Alice Murphy— dijo viendo la lista de los estudiantes.

—Okey, voy a buscarlos— tomé mi chaqueta y abrí la puerta del cuarto.

—Está bien, no regreses tan tarde, te recuerdo que se pasa lista 10:30, eh Brooke— me recordó.

—Si papá— rodee los ojos.

Caminé unos pasos mas hacia la derecha y vi el cuarto dónde estaba Sam. Toqué la puerta y me abrió ella.

—Hola Sam qu...— me interrumpió.

—Voy a golpear a tu papá por ponerme en el mismo cuarto que Alice— dijo con cara de traumada.

—¿Por qué?— dije riendo.

—Está demente, es la niña más rara que conozco, desde que llegamos no ha dejado de hablarme de su colección de velas, pensé que había un solo tipo de velas Brooke, ¡Me enseñó mas de 15 tipos y me hizo olerlas, olerlaaaas!— dramatizó.

—Oh dios— me di un face palm riendo— ¿quieres ir a caminar con Alex y Ryan?

—Claro— me tomó de la mano y corrimos hacia la habitación de los chicos.

Al bajar del ascensor corrimos hacia la habitación 14•B y tocamos la puerta.

—Hola princesa— dijo Ryan abriendo la puerta, le dió un beso a Sam— Hola Broo.

—¿Quieren ir a caminar?— pregunté a Ryan.

—Claro, ve adentro por Alex, está desempacando— asentí y entré a la habitación, caminé hacia la cama de Alex y estaba de espaldas guardando su ropa.

—¿Quién soy?— puse mis manos sobre sus ojos.

—Será... ¿la chica que me trae loco?— dijo Alex.

—Vaya, espero ser yo— dije riendo y quité mis manos.

—Hola amor— me abrazó.

—Hola, vamos a ir a caminar, ¿vienes?— pregunté.

—No me lo perdería— tomó su chaqueta y salimos al pasillo, donde estaban Ryan y Sam hablando.

—Listo, ¿vamos?— dije llamando su atención.

—Vamos— dijo Ryan tomando la mano de Sam.

De igual forma, caminé con Alex hacia la salida del hotel.

—¿Por qué no vamos por un café?— sugerí.

—Bueno, ¿pero en dónde hay una cafetería?— dijo Ryan.

—Voy a preguntarle a la recepcionista— dijo Alex.

Soltó mi mano y entró de nuevo al hotel, habló por unos momentos con la señora y leí de sus labios un "gracias" antes de que regresara.

—Dice que dos calles a la derecha hay una cafetería muy buena— dijo Alex, volviendo a tomar mi mano.

—Pues vamos— dijo Sam.

Comenzamos a caminar hacia la derecha viendo las demás tiendas que habían, era una zona bastante transitada.

—¿Es aquí?— pregunté viendo el lugar.

—Si, eso creo, no hay otra cafetería— dijo Alex.

—Entremos— dijo Ryan abriendo la puerta.

El lugar era muy lindo, tenia unos decorados muy coloridos y muchas luces, el lugar estaba bañado en olor a café y malteadas, había bastante gente.

—Buenos días, ¿gustan ordenar?— dijo la mesera llegando a nuestra mesa.

—Yo quiero un café americano— dijo Ryan.

—Que sean dos— dijo Alex.

—Yo quiero un capuccino con vainilla— dije viendo la carta.

—Yo quiero un te chai latte caliente, por favor— dijo Sam.

—En seguida— sonrió la mesera y fue hacia la cajera.

—¿Creen que mañana haga frío como hoy?— dijo Sam.

—Si, es temporada de invierno y siempre se pone super helado por aquí— dijo Ryan— solia venir en vacaciones a ver a mis tíos.

—Aquí están sus pedidos— llegó la mesera y puso nuestras ordenes en la mesa.

—Gracias— dijimos los cuatro al mismo tiempo.

Platicamos sobre varias cosas un buen rato hasta que vimos que se estaba haciendo tarde y papá nos regañaria.

Pagamos la cuenta y salimos de la cafetería. Empezaba a llover.

La lluvia empezaba a hacerse mas fuerte. Pasamos por un semáforo, Sam y Ryan se pasaron corriendo, yo me entretuve en guardar mi celular en mi bolsa para que no se mojara y no me di cuenta de los coches.

—¡Brooke!— escuché que gritaron. Seguido de un claxón.

Sentí que me empujaron y caimos al suelo.

—¿Estás bien?— preguntó Alex, que estaba en el suelo, conmigo.

Me dí cuenta de lo que había pasado, un coche venia rápido y Alex me empujó para evitar que me atropellara.

—Si, estoy bien, gracias— tomé la mano de Alex para levantarme.

—Vamos al hotel— dijo Alex, despúes me abrazó.

—Chicos, esto no lo puede saber papá, ¿okey?— dije viendolos.

—Está bien— dijeron al mismo tiempo.

—Brooke, me diste el susto de mi vida— dijo Sam, acto seguido me abrazó.

—Lo siento, no me dí cuenta— le devolví el abrazo.

—Vamos a descansar— dijo Alex.

Nos despedimos entre todos y cada quien fue a su habitación. Mañana sería otro día.

Adoptada por One Direction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora