Blue Eyes of Owl ♚♕ Ciel Phantomhive

♚ 18 ♕

Ciel había sido vestido con el traje que el timonel debía llevar, junto al sombrero que su compañero le había entregado en el sanatorio.

Los demás jugadores llevaban trajes parecidos, de pantalones claros con sombreros florales.
Tn, por su parte, vestía un bello vestido azul con mangas cortas, de falda de volados con borde blanco, guantes blancos y un choker blanco y azul en su cuello, además de un par de zapatos blancos y una corona de flores blancas en su cabeza; llevaba su cabello recogido en una coleta.

– ¡Je suis prêt! –gritó. (Estoy lista)

– Ah, pequeña Cleopatra –sonrió.– Llegas justo para la foto.

– Perfect –sonrió.– ¿Dónde está Ciel?

– Aquí –dijo el mencionado, acercándose.

Todos se pusieron en fila, uno al lado del otro, posando para la foto que tomaría Mcmillan.

Tras la foto, Bluer explicó cómo sería el recorrido en el barco.

– Llevaremos a los 8 compañeros e iremos a lo largo del Támesis. Una vez que nos acerquemos al Castillo Winsdor, todos tomaremos nuestros remos y saludaremos a la Reina. Luego arrojaremos al río las flores de nuestros sombreros y regresaremos –explicó Bluer.– ¡No voy a permitir ningún error! ¡Resistan hasta el final!

– ¡Sí señor!

Tn tomó su violín mientras todos subían al bote; ella subió seguida por Ciel y Bluer, colocándose detrás del joven del parche que era quien dirigía a todos.

En tierra, la Casa Verde encendió el fuego de St. George en cuanto el sol comenzó a esconderse.

Los jóvenes de la Casa Azul en el barco comenzaron a remar, siguiendo las órdenes de Ciel mientras Tn interpretaba en el violín una hermosa melodía: Partita N° 2 de Johann Sebastian Bach (multimedia).

Al llegar frente al Castillo Winsdor, Ciel se puso de pie mientras Tn terminaba de tocar.

– La Reina –susurró Tn.

«No la he visto desde el funeral del tío Albert», pensó Tn mientras sonreía, con sus ojos fijados en la dichosa Reina Victoria.

– Saluden a la Reina –ordenó Ciel.

Todos se pusieron de pie, poniéndose en posición de saludar a Su Majestad, quien sonreía mientras los miraba.
Luego del saludo, todos arrojaron las flores de sus sombreros al agua, y Tn arrojó su corona de flores. Tras esto, los fuegos artificiales comenzaron y los jugadores de la Casa Azul volvieron a sentarse para remar y regresar a la orilla.

Cuando los jóvenes de la Casa Azul bajaron del bote, comenzó el banquete, y con ello también se hizo presente la música y el baile. Tn se había cambiado de ropa.

– Esto es delicioso –sonrió Tn mientras comía un postre.

– Siempre que te veo estás comiendo azúcar –comentó Ciel.

– Es que me gusta lo dulce –rió.– Oh, ya comenzó el baile.

– ¿Bailaría conmigo, señorita? –preguntó estirando su mano a ella.

– Claro, Lowell –sonrió.

Tn fue a bailar con su cuñado mientras su hermana reía al verlos, luego bailó con Redmon, Greenhill, Violet, Edward y Bluer. Mcmillan empujó a Ciel para que él también bailase con la joven de ojos zafiro.

– Vamos Phantomhive, baila con ella –insistió.

– Uhm sí...

Bluer se detuvo y miró al menor; Tn miró al de lentes y luego al del parche, comprendiendo el por qué el mayor detuvo el baile. El mayor sonrió al joven del parche, y el pequeño Conde se acercó.

– Cuídala Phantomhive –sonrió entregando a la joven.

– C-Claro –tomó la mano de ella.

Bluer sonrió alejándose de ellos. Ciel miró a la joven y besó su mano, Tn le sonrió.

– Creí que no sabrías bailar –rió.

– Sé un poco.

– Entonces muéstrame.

Ciel sonrió levemente, comenzando a bailar con Tn mientras ella le sonreía.