Blue Eyes of Owl ♚♕ Ciel Phantomhive

♚ 20 ♕

Ciel llamó a la puerta antes de entrar, y cuando obtuvo el permiso de la fémina, ingresó a la habitación.

– ¿Sucede algo, Ciel?

– Nada, sólo quería ver cómo estabas.

– Estoy bien –se levantó, acercándose a él.– Lamento lo de los documentos.

– Déjame verlos.

Tn asintió y sacó una bolsa del cajón de su escritorio, dentro de esta estaban todos los documentos destrozados, como si los hubiesen roto con ira. Ciel se sorprendió un poco.

– Lo siento, debí haberlos cuidado mejor.

– Tranquila...no es tu culpa.

– No crees que haya sido el Sr. Tarrant el causante, crees que estoy loca.

– ¿Ah?

– Puedo notarlo Ciel, no crees en la existencia del Sr. Tarrant.

– E-En realidad...

– No importa –interrumpió mientras se sentaba.

– ... ¿Por qué lo hizo?

– Esta mañana...fue por una pelea...

<<Flash Back>>
Tn estaba cepillando su cabello para ir a tomar el té de la mañana, antes de clases, igual a todos los días. Una sombra se hizo presente en la habitación, por esa esquina donde no llegaba la luz.

– Sr. Tarrant, ¿Sucede algo? –detuvo todo movimiento al oírlo.– ¿Q-Qué? –lo miró.– Pe-Pero... ¡No!

Ella se levantó de la silla, mientras aquellos ojos rojos como la sangre la observaban con cierta molestia.

– ¿Por qué no quiere que vea más a Ciel? –frunció el ceño.– Eso es ridículo... ¿El caso? Pero... ¡Es mejor que se resuelva ahora! ... ¡Gritaré todo lo que quiera y no pue-!

Aquella figura se posó tras ella, cubriéndole la boca para que callase. Tn comenzó a forcejear, pero aquel era más fuerte que ella.

– ¡Hm! –lo miró.

La otra mano de aquella figura cubrió sus ojos. Ella dejó de forcejear. Se sobresaltó al sentir una leve y pausada respiración cerca de su oído.

– Cálmate, "Alicia"...no querrás que nada malo suceda... –dijo en susurró un voz tétricamente burlona.

Aquella figura sonrió y besó la mejilla de la pequeña fémina, y cuando la soltó ella se desmayó, cayendo sobre la suave cama.
<<Fin Flash Back>>

– Cuando desperté él ya no estaba. Sólo habían pasado 15 minutos desde que me desmayé hasta que desperté. Me levanté y fui a tomar el té de la mañana, y cuando volví todos los documentos estaban destrozados y regados por el suelo; los levanté poniéndolos en esa bolsa y no salí de aquí...me sentía mal por lo que no asistí a clases.

– Comprendo. Pero... ¿Qué es lo que te dijo sobre mí?

– Que eras malo e ibas a dañarme. Y que el caso debería quedar como estaba. También...dijo que tú y Sebastian debían irse o las cosas se pondrían peor.

– ¿Sebas...? ¿Qué? –preguntó atónito.

– ¿Sebastian es el nombre de tu mayordomo?

– Así es.

– Hm, ya veo. No sé qué es lo que quiere el Sr. Tarrant, pero...Ciel, por favor...no te vayas... –pidió.

– ...Tranquila –se acercó a ella.– No me iré hasta resolver esto.