—Ya dije que no quiero ir.
—Pero, Kurosaki-kun- —Inoue trató de razonar con él, pero cuando Ichigo ponía el pie en una decisión ya no lo sacaba de ahí—. Es apenas a las afueras de la ciudad y vamos a ir todos juntos.
Ichigo la miraba con los ojos entrecerrados, su determinación tambaleándose por ser Orihime la que hacía la petición, pero no se iba a retractar en su respuesta.
—De verdad que no quiero ir.
¿A dónde se preguntan? Las vacaciones de invierno estaban por acabar y Orihime junto a sus amigas habían organizado una excursión a la montaña fuera de la ciudad. No era que Ichigo no quisiera ir, tampoco le apetecía demasiado pero esa no era la razón de su aversión; es que no soporta los vehículos. Coches, autobuses... Un gran no. Tendrían que drogarlo si quisieran llevarlo en uno. Eso o llevarse muchas bolsas de papel de emergencia.
—Incluso Ulquiorra-kun dijo que me acompañaría.
La expresión de Ichigo se transformó por un momento con solo la mención del nombre. ¿Qué pintaba el Arrancar en una excursión de estudiantes? No, seguramente Orihime se lo pidió y no pudo negarse. Entre ellos dos... tenía la impresión de que se estaban llevando demasiado bien.
—Supongo que no puedo obligarte —rió nerviosa—. Siento haber insistido tanto.
—Está bien, yo lo siento por no ir.
Orihime sacudió la cabeza con esa radiante sonrisa suya de oreja a oreja y llevó sus manos tras su espalda—. ¡Otra vez será!
Espero que no... nunca me subiré a un bus y estaré bien con ello. Pensó.
Desvió sus ojos hacia el pelinegro que estaba mirando el escaparate de una tienda de pastelería. Ahora que lo pensaba, Ulquiorra pasaba mucho de su tiempo leyendo y no se aburría. Además era como una esponja a la hora de aprender. Su cocina había mejorado muchísimo y parecía tener un mayor interés por la medicina y la psicología. A veces también lo veía leyendo libros sobre kido que seguramente tomó de la casa de Urahara. No le diría en voz alta, pero estaba impresionado.
Se sorprendió al ver como se irguió y entró al local haciendo sonar su campana. Inoue también miró en esa dirección, preguntándose en voz alta qué habría visto que llamara su atención.
—Me pregunto si irá a imitar otra receta —comentó Orihime.
—¿Qué?
—Sí. Ulquiorra-kun en ocasiones compra algún dulce o platillo y luego trata de imitarlo solo por los sabores —sonrió como si fuera una madre orgullosa de su hijo—. Es increíble.
Es casi como si... el pensamiento se hizo reacio a pasar por su cabeza porque parte de él no quería aceptarlo. No quería pensar en ello porque Ichigo conocía la verdad. Al final no pudo evitarlo, cuando salió con la bolsa de papel entre sus brazos y se acercó a ellos con brillantes ojos verdes -signo de que estaba contento con su compra-.
Es casi como si fuera un humano más.
*~*~*~*
Se sentaron en el parque de siempre. Las cosas habían cambiado durante el último mes y medio. Era notorio pues estaban los tres sentados en la misma banca.
El sonido del papel siendo removido llamó la atención de ambos humanos que miraron al tercero que estaba rebuscando en su interior. Sacó bolsitas más pequeñas de dentro. Una se la tendió a Orihime.
—Este pan relleno de pasta de judías es para ti —Orihime le agradeció enormemente, tan vívida como siempre. Ulquiorra sacó otra bolsa y estiró su brazo hacía el pelinaranja—. Y esto para ti.
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«What is the heart?»
Hayran KurguMilagrosamente sobrevivió a una muerte segura. Nadie sabe cómo, ni por qué; ahora que está de vuelta, quiere respuestas. [Menciones de UlquiHime pero es UlquiIchi]