10. Corredor

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Tres de la mañana y Sebastien no subía. Abro la puerta y un olor me invade. Estaba fumando algo mientras bebía de una copa y leía un libro.

—Son las tres de la mañana, precioso— susurro suave.

—No quiero subir— apaga el cigarrillo que no parecía un cigarrillo.

—¿Ni siquiera por qué duerma contigo hoy?— sus ojos están apagados hace una mueca y me sienta en sus piernas.

—Estas son los ventajas de que seas pequeña, encajas a la perfección con mi cuerpo.

—¿Te sientes muy borracho?— niega.

—No tanto, pero sin embargo no creo poder subir así— asiento.

—¿Deseas que duerma contigo en el sillon?— le pregunto, él asiente con los ojos cerrados.

—Ultimamente se me hace difícil no dormir contigo—  las noches anteriores él había ido a mi cuarto a dormir conmigo

Tampoco me hago la difícil porque me gusta, se duerme bien junto a él. Su cuerpo me da seguridad.

Busco unas almohadas y mantas, las coloco en el mueble y él se levanta. Le quito la camisa y el pantalón, dejándolo solo en boxers azul oscuro.

Se acuesta y me jala hacia él.

—Gracias Ali— me susurra y yo asiento.

Mis ojos se cierran y me quedo dormida.


Revisar unas cosas en mi computadora es simple y me ayuda a distraerme, pero no cuando no es mi información la que estoy por ver.

Fotos es lo primero que revisaré, abro los archivos y muchas fotos se hacen ver.

Me sorprende ver las fotos que nos tomamos en la torre. De sus hermanos y de él, pequeños, grandes, adolescentes y como los busques.

Una foto de una pequeña de cabello castaño ruloso que aparece junto a Sebastien, en el pie de la foto sale la fecha, es de hace dos años y medio.

La niña actualmente debe tener unos seis años.

¿Quien es esa niña? ¿Y por qué posee tantas fotos con ella?

Abro los documentos y una en mayúsculas que dice «DIVORCIO» es el primero que veo.

Comienzo a leerlo y el nombre de la fulana esta allí.

Agatha, así se llama la imbécil.

El documento es largo y lo leeré detalladamente. Mi corazón se acelera y mis ojos se vuelven agua cuando leo:

«Custodia compartida de la menor Gabrielle Aubriot Le Marc...»

Gabrielle era su hija, era la pequeña de las fotografías y esta muerta.

Por eso la extraña, por eso la envidia hacia Lorian, por eso nadie me dijo el porque de la actitud de Sebastien.

¿Sera por la niña que Sebastien estaba con la fulana?

Miro el documento de divorcio otra vez y veo que el matrimonio duró dos años y la niña tenía año y medio en ese momento. No se había tan siquiera graduado de la Universidad.

Por eso no me creía la mentira, pero si la niña murió hace dos años entonces tenía cuatro años.

—Pobre nena— susurro limpiándo la lagrima que corre por mi mejilla.




Salimos todos a donde organizan unas carreras clandestinas, Sebastien me sostiene por la cintura posesivo, nadie dice nada, ni siquiera nos miran. Franck está corriendo y nosotros miramos como gana dinero.

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