Mine

36. Los amo por igual

Pierre Aubriot

Corrimos detrás de Rosie, la logramos a agarrar a mitad de la calle.

Se retuerce entre mis brazos molesta mientras llora.

Franck le duele verla asi, lo sé, a mi me duele verlos a los dos así.

La subimos a la camioneta y llegamos al atico nuestro, Rosie caminaba molesta, conozco perfectamente a mi mujer, esta tan molesta que en cualquier momento partirá a llorar.

Cuando la puerta se cierra tras nosotros Rosie se encamina al cuarto pero Franck la detiene, haciendo que ella le suelte una cachetada.

—¡Si me van a hablar que sea para pedirme disculpas y decirme que ya resolvieron sus problemas y diferencias, si no ni me miren!— grito apuntandonos a los dos.

Franck se tiro en el sofá a mi lado y suspira.

—¿En qué momento comenzamos a tener tantos conflictos, Franck?— él niega tomando su cabeza entre sus manos.

— Yo no lo sé, Pierre pero quiero arreglar las cosas— susurra preocupado—, no sé en que momento se nos metió a la cabeza que Rosie era más de uno que del otro si siempre ha sido de los dos con la misma intensidad.

Asiento dándole la razón. No se en que momento nos metimos esa película mental.

—Perdón Franck, sé que no era la manera de tratarte y que debíamos haber hablado de esto antes— él sonrió.

—Perdoname también, teníamos que haber resuelto esto bien desde un inicio, no era la manera —yo sonreí y asiento.

Nos damos un abrazo y subimos las escaleras en dirección a nuestra habitación.

Rosie se encuentra echa un ovillo en una esquina, su cuerpo se agita una y otra vez.

Nos acercamos a ella y cuando levanta la cara Franck le limpia las lágrimas.

—Ya no llores muñequita— le pido en voz baja y calma—, no sigas llorando más.

—No quiero que los dos se vuelvan a pelear asi— pidió en un sollozo—, me parten el corazón cada vez que discuten, yo soy de los dos, a los dos los amo por igual, estoy enamorada de los dos desde la primera vez que los vi— susurro —, amo cuando puedo hacer el amor con los dos sin que se peleen o cuando puedo compartir con los dos sin que se miren mal —admite en voz baja.

Los dos pasamos saliva, notablemente asustados de la molestia de Rosie.

—¿Estas muy molesta? —ella nego.

—Estoy triste, no molesta, amor—susurro ella—, ustedes siempre han tenido un vínculo muy fuerte y no quiero ser yo la que lo rompa.

—No peleareamos más, pequeña, te lo juro— susurro —, yo no peleare más con Fran, lo prometo.

Ella mira a Franck.

—Yo tampoco peleare más con el, muñequita, no quiero pelear más—le dice haciéndola tranquilizarse.

Nos abraza, dándonos ese amor que ella siempre destila.

—Haganme el amor— pide—, los necesito a los dos, dentro de mi.

Rosie Stephen

A los dos se les oscurece la mirada con mis petición, uno me besa el cuello, él otro acaricia mis pezones, no se como me desnudan y no me doy cuenta.

Tengo a Franck entre mis piernas y a Pierre jugando con mis pezones y mi cuello.

Solté un gemido alto cuando Franck introduce su lengua en mi, tan dentro que me hace gemir alto.