Capítulo 23 - Boleras y encuentros

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- ¡No! - Grité a la televisión al ver como la chica entraba de nuevo a la casa dónde estaba el asesino.

- La va a matar. - Aseguró Ryan tranquilamente mientras comía palomitas.

- ¡Pero sal de ahí! - Exclamé mientras entraba a su habitación.

Justo entonces, la puerta se abrió, el asesino estaba dentro, iba a morir.

- No quiero mirar. - Dije, y hundí mi cabeza en el pecho de Ryan, el cual vibró a causa de las risas.

Unos gritos se escucharon justo después.

- ¿La ha matado ya? - Pregunté.

- Sí.

Volví mi mirada, observándo a la pobre rubia tirada en el suelo, con un cuchillo en la espalda y todo empapado de sangre.

Los créditos salieron justo después.

- Vaya final. - Murmuró desilusionado.

- ¿Esperabas un final feliz dónde el asesino se volviera bueno y la chica se casara con el vecino buenorro? - Le pregunté sarcástica.

- ¿No te gustan los finales felices? - Me preguntó entonces.

- Me gustan los finales diferentes. - Me encogí de hombros. - Algo que te impacte, que te haga recordar la película. - Intenté explicarme.

- ¿Siempre te empeñas en ser diferente?

- A veces me sale solo. - Bromeé.

Justo entonces la puerta se abrió, y Andrew y Anna aparecieron por la puerta.

- ¿Chicos? ¿Que hacéis aqui tan pronto? - Preguntó Anna confusa al encontrarnos tirados en el sofá.

- Hemos acabado las clases antes de tiempo. - Contestó Ryan rápidamente.

Anna asintió lentamente, sin acabar de creerselo del todo, pero dejó estar el tema, más que nada por el hecho de vernos juntos.

- Vamos no molestes más a los chicos. - Exclamó Andrew sacándola del salón. - Si necesitáis algo estamos en la cocina.

Ryan levantó el pulgar y desaparecieron.

El silencio después de eso comenzó a ser incómodo.

- Ni siquiera se han molestado en investigar un poco que ha pasado. - Dijo Ryan mientras reía levemente.

- Sí, bueno. Tienes unos padres un poco raros. - Bromeé.

Nos miramos unos segundos mientras sonreíamos como idiotas.

Realmente ya no sabía ni que pensar ni como actuar en cuanto a Ryan. Ahora lo sabía todo, quería recordar. Pero, ¿Que haría cuando lo hiciera? Él estaba enamorado de Alice, o al menos la quería, y en mi vida había aparecido Hunter, el cual me gustaba cada vez más.

Mi teléfono sonó justo entonces, interrumpiendo mis pensamientos.

El nombre de Hunter brilló en la pantalla.

Me separé un poco de Ryan y contesté.

- Hola. - Saludé sin más. En la otra línea se hizo el silencio. - ¿Hunter?

- Hola. - Saludó con vergüenza. - ¿Dónde .. dónde estas?

- En casa .. ¿Estas bien?

Observé por el rabillo del ojo como Ryan agarraba su teléfono y comenzaba a toquetearlo, simulando desinterés.

- Sí, sí .. solo que te estaba buscando.

- ¿Estás en la universidad? - Pregunté confusa.

- Sí, acabo de llegar. Sólo quería disculparme por el espectáculo de esta mañana.

Aleación [SANGRE & ACERO #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora