Capítulo 28 - Localizado

21.5K 1.9K 247
                                    

POV SOPHIE

La lluvia resonaba fuertemente en el exterior, mientras que en el interior todo era silencio. Silencio y agotamiento.

Con el tiempo nos habiamos acabando esparciendo por toda la sala, unos en la mesa, otros tirados en el suelo , observando la ventana ...

Mientras, Jayce intentaba con todas sus fuerzas ver algo con la ayuda de Savannah, agarrando la camiseta fuertemente. Aparté la mirada y me centré en Luke, sentado a mi lado. Su cabeza se inclinó levemente hacia a mi mientras sus ojos se cerraban, reí levemente y toqué su hombro.

Dió un salto y se colocó de nuevo.

- ¿Estás bien? - Reí.

- Sí, sí. Sólo estoy un poco cansado.

- Duerme. Es tarde.

Negó rápidamente y pestañeó fuertemente.

- No, tengo que estar despierto. Puedo aguantar, hemos estado días enteros sin dormir. - Me guiñó un ojo, haciéndome recordar esas noches en vela en los que competíamos para ver quien tardaba más en dormirse.

- Déjame traerte un café almenos.

Asintió e hizo una señal con la mano, dándome su aprobación.

Me levanté y me dirigí a la cocina pasando por el largo pasillo.

Nada más entrar busqué como hacerle un maldito café a Luke en esa enorme cocina.

Investigué todos los rincones hasta dar con una práctica máquina Nespresso, de las que salen por la tele, junto con unas capsulitas al lado. Cogí una cápsula y la introduje en la máquina, colocándo un pequeño vaso debajo.

Ahora venía el problema. Observé disgustada todos los botones de esa cosa. Toqueteé varios de ellos, provocando que la máquina hiciera unos ruidos extraños. Fruncí el ceño y repetí la secuencia, el senido se hizo más agudo.

Una mano se introdujo en mi campo de visión, sobresaltándome, y con agilidad tocó varios botones. La máquina cesó de hacer ruidos extraños y comenzó a producir el maldito café.

Levanté la mirada para encontrarme con mi salvador, topándome con los ojos de Hunter mirándome curioso.

- Me has asustado. - Murmuré apartando la mirada.

- Lo siento. - Se disculpó. - ¿Estás bien?

Asentí, observándo el café como si fuera lo más interesante del mundo.

- Siento no saber nada de este tema. Me gustaría poder apoyarte.

- No importa, ni siquiera te conocía cuando todo eso pasó. - Contesté refiriéndome al tema Adams.

- Tu hermano me ha contado algo, no deberían habértelo ocultado, pero creían que era lo mejor para ti.

- Siempre hacen lo que creen que es mejor para mi sin preguntarme lo que yo creo que es mejor. - Mi voz sonó cortante, y me arrepentí de inmediato. - Lo siento, tú no tienes la culpa.

- No importa. - Noté sus manos sobre mi pelo, y segundos después, sus labios sobre mi mejilla. - Entiendo que quieras estar sola, si necesitas algo dímelo.

Asentí, agradeciéndole su espacio y dejó un último beso en mi mejillas.

Suspiré y cogí el café ya hecho, saliendo justo detrás de él.

Nada más llegar al salón, me encontré con la escena más tierna que jamás había visto. Mi corazón se ablandeció al instante y una estúpida se colocó en mi labios.

Aleación [SANGRE & ACERO #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora