20:56
Las turbulencias en el avión son insoportables. "¿Por qué seguimos temblando de tal manera, si se supone que ya hemos pasado la tempestad?", piensa Arnold. Sigue intentando concentrarse en el paisaje, aunque se ha vuelto tan oscuro por la tormenta que ya no hay nada que ver. Tras un ruido seco, el avión empieza a caer a toda velocidad. Todos gritan. Arnold intenta mantener la calma, pero se le hace imposible cuando ve que el ala izquierda del avión está en llamas. Reza a todos los santos que conoce para que lo protejan y cierra los ojos, afrontando su destino.
Arnold abre despacio los ojos. Le duele mucho el cuerpo y su brazo está sangrando. Se decide a desabrocharse el cinturón y se acerca a los demás asientos en busca de supervivientes.
En uno cercano a él encuentra a dos personas llenas de sangre y suciedad. Se asegura de que están muertas. Así es, las dos. A no muy lejos de estos, alguien se arrastra entre el amasijo de hierros.
— Hey, hola, ¿estás bien?
La persona está totalmente quieta. Por la larga cabellera morena, Arnold cree que es una mujer. Cuidadosamente se agacha y le da la vuelta.
— Hola —dice viendo que es una mujer, con unos ojos verdes preciosos.
— Sácame de aquí.
Ante tales palabras, Arnold la coge en brazos y camina costosamente hasta un hueco entre el esqueleto del avión, que aún tiene ciertas zonas en llamas. Una vez fuera, la intensa lluvia los acoge. La mujer tirita de frío.
— ¿Cómo te llamas? —le pregunta mientras se aleja del siniestro.
— Kristen. Me llamo Kristen; ¿tú?
— Yo soy Arnold. Encantado.
Cuando llega hasta donde acaba la arena y empieza la hierba, la deposita con cuidado.
— Voy a buscar a más y vuelvo.
— De acuerdo.
Kristen tiene mucho frío. Tiembla descontroladamente; así que Arnold decide ponerle por encima su chaqueta. Justo en ese momento se acercan hasta ellos dos personas heridas, recién salidas del avión. Arnold distingue un hombre y una mujer.
— Voy a volver a buscar a más.
— Voy contigo —dice el hombre.
Arnold se adentra de nuevo en el avión en busca de movimiento.
— ¡Aquí, ayuda! —se oye de pronto.
Se encuentra con un hombre atrapado entre unos asientos destruidos. Está muy cerca de un fuego que se propaga a una velocidad preocupante.
— Te voy a sacar de ahí.
— ¡No! ¡Llévate a mi hermano primero! Es ese de ahí.
Arnold no lo piensa un instante y le obedece. Desata al hermano y lo aleja del fuego. Luego intenta lo mismo con el hombre. Pero el cinturón se ha enganchado de tal manera con los escombros que la única forma de liberarlo es cortándolo.
— Iré a buscar algo con lo que cortar el cinturón. ¡Aguanta!
El fuego está tan cerca de él que le dificulta la respiración. Arnold no sabe si llegará a tiempo. Busca entre el equipaje de los pasajeros en busca de un cuchillo, una navaja o algo...
— Primero deberías apagar ese fuego... —dice una chica de pelo castaño que acaba de aparecer detrás de él con un extintor en la mano.
— De acuerdo, hazlo tú. Mientras yo buscaré algo con lo que cortar el cinturón.
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Tanatofobia [LI #2]
TerrorTras los acontecimientos sucedidos en la isla con el grupo de trece supervivientes del accidente de avión, otros trece supervivientes llegan a la isla. Él tiene sed, sed de sangre, y no parará hasta saciarla. Y ellos, los trece recién llegados, no...