18:02
Caroline acomoda el camuflaje de hojas sobre las maderas. Erin, a su lado, comprueba la resistencia de las cuerdas. La lluvia cae con mucha fuerza.– Hará ya una hora que Travis se marchó bosque adentro –apunta Caroline–. Si estuviese vivo, hubiese vuelto ya. Le dije que con que lo entretuviese una hora bastaba.
– Quizás esté escondido –objeta Erin, apretando el nudo de la cuerda.
– Quizás –repite Caroline arreglándose la capucha de su sudadera, toda aplastada por la humedad de la tela, que está mojada por la lluvia.
Kristen busca hojas para el siguiente camuflaje. Arnold se acerca a ella.
– Hola.
La morena alza la vista y le sonríe.
– Hola.
– ¿Estás nerviosa?
Ella suelta las hojas que tiene en la mano y se pone en pie.
– Mucho –confiesa ella, bajando la cabeza–. Esto llega al final, y nos lo jugamos todo a una carta.
Arnold entrecierra los ojos. Él también tiene miedo.
– No todo esto será en vano. Ya verás.
– Eso quiero pensar...
– Oye, quería agradecerte el apoyo que me has proporcionado aquí. Por haber confiado en mí desde el principio...
Kristen sonríe y le interrumpe.
– Nada. Yo podría decirte lo mismo.
– No, de verdad. Has sido una gran aliada, y me hubiese gustado conocerte en otras circunstancias...
Kristen sonríe.
– Hubiese estado bien. Quizás podríamos hablarlo si todo esto acaba bien.
– Te tomo la palabra –dice Arnold con una sonrisa amplia, que no tarda en desvanecerse–. No me imagino cómo serán las cosas si volvemos...
Kristen baja la mirada.
– ¿Crees que algo puede ser igual después de esto?
– No. Lo que estamos viviendo aquí marcará nuestras vidas. Pero hay que seguir... siempre hay que seguir.
– Sí...
De repente, en mitad de la lluvia intensa, los cuatro supervivientes son sobresaltados por la llegada de un quinto.
– Algo no va bien –advierte Bill, captando la atención de todos.
– ¿Qué pasa? –se interesa Caroline.
– Ya viene. Lo sé. Se nos ha acabado el tiempo.
Caroline suspira.
– Hora de poner en marcha el plan. Es importante que cada uno cumpla con su parte, pase lo que pase. Cualquier desajuste y podríamos morir todos. ¿Entendido?
Todos asienten.
– Y lo más importante: no matarlo. Si lo hacemos, le perderemos el rastro. Y entonces sí que estaremos perdidos.
Kristen, Erin y Arnold se esconden en sus puestos. Bill se acerca a Caroline antes de poner en marcha el plan.
– ¿Qué pasa si me mata antes de llegar aquí?
– Lo traeré yo misma, no te preocupes. Ahora concéntrate en que eso no pase.
Bill se encamina en sentido contrario a donde se encuentran ellos, y Caroline se queda en el centro, sujetando su arco con una flecha preparada. Controla su respiración. Está nerviosa. Mira fijamente hacia el lugar por el que debe aparecer su mayor enemigo. De pronto, en medio del ruido que provoca la fuerte lluvia, escucha algo. Se gira y contempla aterrorizada una imagen que le eriza la piel. Para su sorpresa, el demonio aparece con uno de sus hijos a cada lado. Caroline tensa el arco. Una gota de lluvia le cae sobre el ojo, y pestañea. Definitivamente sí, está nerviosa, pero debe concentrarse. Un ligero contratiempo, pero el plan todavía puede llevarse a cabo. Recuerda el momento en el que se lo explicó a los demás alrededor de la hoguera, en la cueva.
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Tanatofobia [LI #2]
HorrorTras los acontecimientos sucedidos en la isla con el grupo de trece supervivientes del accidente de avión, otros trece supervivientes llegan a la isla. Él tiene sed, sed de sangre, y no parará hasta saciarla. Y ellos, los trece recién llegados, no...