El diario de Olivia

Capítulo 20

En el camino al salón Ana se fue al baño, dejándome completamente sola con Alicia, la primera cosa que hacia bien Ana, aproveché la ocasión y le dije a Alicia:

-¿Por qué lo hiciste?

-¿Hacer qué?-preguntó Alicia bajando la mirada

-Alicia no te hagas, eramos amigas, confiaba en ti, jamás pensé que me traicionarías, nunca pensé que te irías con Ana y sus amigas, y tampoco pensé que saldrías con Ashir.

-Lo siento Olivia, yo no... Es que... No estoy saliendo con Ashir, es todo mentira de Ana para hacerte sufrir, ¿de verdad creés que saldría con él? No es de mi tipo.- dijo bajando la mirada

¿QUÉ ANA ME HABÍA MENTIDO? MALDITA PERRA, ES UNA ZORRA, NO PODÍA HACERME ESO, ES UNA ESTÚPIDA, IDIOTA, PATÉTICA.

-dime: ¿Por qué hizo Ana eso?

-Olivia calma la solución no va ser que me interrogues

-Alicia estoy tratando de ser pacífica contigo después de todo lo que me has hecho, así que dime ¿por qué? ¿Acaso te hice algo Alicia? No entiendo tu odio hacía mí

-Olivia... ¿De verdad quieres saberlo?

-Me gustaría saberlo, pero si dependería de mi intriga te diría que si, pero lamentablemente no me dejo llevar por la maldita intriga, prefiero no saber.- dije entrando al salón

-Espera, sé que cometí errores y me arrepiento, pero de verdad ¿quieres darme otra oportunidad?

-Alicia después de todo lo que me has hecho ¿crees qué te perdonaría?

-Claro.-dijo Alicia con una sonrisa en su rostro

-Te equívocas, adiós-dije entrando al salón.

Entramos al salón y todos nos miraban como si hubiésemos matado a alguien, miren hacía otro lado, malditos insolentes.

Salí del colegio y fui hacia mi casa, mi padre dijo que quería que vayamos a cenar en la noche a un restaurante de comida china.

Luego en la noche llegamos al restaurante; comimos y todo. En el camino de vuelta paramos en un estacionamiento, mi madre se fue a tomar un café con mi padre en una cafetería de ahí cerca, no tenía muchas ganas así que me quede en el auto escuchando música *no si la antisocial*

Luego de unos minutos mi música fue interrumpida por un golpe en la ventanilla del automóvil, me saqué los auriculares y miré, ¿y adivinen quién era? No Ashir no era, era Jack, no lo veía de hace una semana desde aquella vez que lo conocí. Abrí la ventanilla del auto y lo saludé con entusiasmo, no lo esperaba aquí a esta hora de la noche.

-¿cómo andas? Tanto tiempo de aquella vez que nos vimos, por cierto ¿quieres ir a tomar algo?-dijo Jack

-¿bien y tú? Pasó bastante tiempo, claro, pero no tengo dinero, ¡qué pena! Será otra ocasión

-Yo invito, ahora si no tienes excusas niña, ven conozco un bar a aproximadamente 5 kilómetros de aquí

-Estoy con mis padres, ellos están en una cafetería y podrían venir y no encontrarme, es un riesgo mejor no, en otra ocasión chico listo

-Bueno si es así, podemos encontrarnos mañana ¿te parece?

-Muy bien ¿a qué hora?

-A las 22:00 pm te espero a una calle de tu casa

-Ok, espera Jack, ¿quieres quedarte un rato más? Mis padres tardarán en venir

-De acuerdo, pero con una condición, sal del automóvil, no puedo quedarme parado detrás de una ventanilla.- dijo Jack riendo

-Bueno.- dije echándome una chiquita carcajada.

Hablamos unos minutos con Jack, él es muy agradable, me agrada, es simpático y gracioso. Fueron solo unos minutos para darme cuenta que no tenía que perderlo, quería conservarlo, que se quedará, no como Ashir, ese tonto, estúpido idiota, lo detesto, ya entiendo el odio de los judíos que tiene mi padre, maldito imbécil; detesto a Ashir con mi vida entera. En cambio Jack era agradable y de arriesgarse, todo lo contrario a ese judío insolente.