Ya han pasado 20 días desde que mama volvió a la casa. El tiempo pasa rápido. Tampoco puedo creer que ya hace mas de un año que estamos viviendo en la casa de nuestros tíos.
No todos lo saben, pero hoy es mi cumple años número 18. Me cambie rápido y baje a desayunar, donde, según escucho, ya están esperándome.
-¡FELIZ CUMPLE AÑOS! -todos me gritaron a la vez en el mismísimo momento en que toque el piso de la sala, debajo de los carteles que colgaban por todas partes junto con otras decoraciones.
-¡Gracias! - fui hasta donde estaban ellos y todos me envolvieron en un enorme abrazo.
En el momento en el que nos soltamos, se pusieron como en fila y me daban un beso y otro abrazo.
-¡Gracias! -no paraba de agradecerles- que feliz, y que lindo día me ha tocado.
-Siii -añadió mi madre, que parecía mas feliz de lo que yo estaba- Un día hermoso, el sol no deja de brillar.
-Mary, ven-me dijo mi tía- ven, acércate.
Fui al lugar en donde ella estaba.
-Quédate aquí- y desapareció junto con el resto de la familia.
Cuando volvieron, traían paquetes de regalo entre sus manos, y mi tío su cámara profesional.
-Amor ¿Estas grabando? quiero tener todo documentado.
-Si, ya estoy grabando.
-Esta bien, empezamos nosotros- se aclaro la garganta y luego empezó con su mini discurso- Mary, querida -puso su mano en mi mejilla- ya tienes 18 años. Prométeme que esta etapa la disfrutaras, al igual que todas las anteriores, mi niña, y que siempre seras feliz, porque te lo mereces. Ahora, ya basta de montones de palabras y abre tus regalos-al terminar esa frase, mi tía estiro su mano a un costado en donde había un fila de regalos, el tío seguía filmando todo.
-Gracias, tíos.
Sin mas que decir me agache y empece a abrir los regalos:
1. Un vestido que yo siempre había querido, ya que son hermosos (o por lo menos a mi me gustan demasiado).
2. Unos zapatos de tacón que también me fascinan.
-¡Muchas gracias tíos! ¡En verdad, esto me encanta!
-Tu tía lo eligió todo.
-Si, así es. Solo quería darte algo para que te pongas esta noche.
-Gracias -y fui a abrazar a ambos.
-Ahora yo, ahora yo-gritaba mi hermanito.
-¿Tu me vas a dar algo?-le dije, con una sonrisa en la cara.
-Si, y te va a encartar.
-Esta bien, ¿y que es?
-Esto-se acerco rápido,me dio un beso y un fuerte abrazo.
-Que lindo regalo, el mejor hasta ahora.
-Te quiero mucho, hermana mayor.
-Yo también te quiero, hermano menor.
Y todos nos reímos.
-Y ahora el mio-dijo mi madre, acercándose lentamente-pero primero, mi discurso. Mary, mi niña mayor, querida. No sabes lo mucho que te amo. Apenas parece que fue ayer cuando naciste, y ahora, ya tienes 18 años. Que rápido pasan los años.- sus ojos se llenaron de lágrimas, al igual que los míos- Te amo, y nunca podre estar tan orgullosa de alguien como con vos, hijita querida. Lamento todo lo que han tenido que pasar tú y tu hermano, pero así es como lo quiso el destino. Ahora, hija, te entrego a ti algo que tu padre y yo queremos darte hace ya mucho tiempo, pero que hoy solo yo podre darte, aunque ahora, tiene mucho mas valor de lo que antes podría tener.- extendió ambos brazos, y me entregó algo envuelto a mano con una nota pegada- Espero que lo disfrutes.
Abrí el regalo y me encontré con un álbum. Volví a agarrar la nota, que decía :
"Mary, si estas leyendo esto hija, es porque hoy cumples 18 años.
¡Felices 18 pequeña!
Cada vez creces más, y cada vez te vas soltando mas de nosotros, tus padres. Te estas volviendo una chica grande, independiente y careces de inteligencia, al igual que tu madre. Esperemos que Dios siempre te ayude y te guíe por el buen camino hija, que te hagas valer y que sepas utilizar bien tu inteligencia y tu carácter.
Tu madre y yo estamos muy orgullosos de en quien te has convertido. Eres una chica grandiosa, Mary.
Te queremos muchísimo hija, espero que disfrutes tus 18 años.
-Papa.
ESTÁS LEYENDO
"Una Vida Lejos De Él"
Ficção Adolescente-Hola, soy Mary, y yo seré quien te relate esta historia a partir de ahora. Una historia...Dos vidas... Todo comienza en el verano de 1983,la historia de Mary,una típica adolescente que lleva una vida normal como cualquier otra, o eso es lo que to...