Capítulo 4. En camino

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AUDREY

—Audrey. Hija. Despierta —Papá susurró mientras me tocaba el hombro para despertarme.

—¿Qué? —murmuré adormitada.

Me enderezé y me tallé los ojos. La luz ya era visible a través de la ventana, vi la hora en el reloj que tenía en mi mesa de noche y supe que eran las 8 a.m.

—Papá, es muy temprano. ¿Qué pasa?

—Hija, estuve pensando toda la noche, y... bueno... Ahora que surgió la oportunidad para que cumplas tu sueño, ¿quién soy yo para impedir que se realice? Anda, ve a Francia y dales un show que jamás olviden.

No lo podía creer. ¡De verdad me iba a dejar ir! ¡Iría a París! Estaba tan emocionada que mis ojos se llenaron de lágrimas.

—¡Papá! —Lo abracé—. ¡Muchísimas gracias!

Me devolvió el abrazo.

—Se que lo harás de maravilla, hija.

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Cuando terminé de desayunar, me lavé los dientes y terminé de empacar.
De pronto, escuché el claxon del auto de los abuelos. Papá tocó y abrió mi puerta.

—¿Estás lista, querida? —preguntó con una sonrisa nerviosa.

—Sí, papá —contesté antes de tomar mi maleta y salir de la habitación.

Cuando iba caminando por el pasillo, me encontré con Miranda y Cecile.

—Espero que te lo pases muy bien, Audrey. Y mucha suerte —dijo Miranda abrazándome. Y yo le agradecí.

—Audrey, así como eres la mejor hermana del mundo, serás la mejor Christine que haya habido —dijo Cecile colgándose de mi cuello.

—¡Mira qué maravilla! Ni siquiera he comenzado con el trabajo, y ya tengo una fan.

—Es obvio. No importa cuantas personas te aplaudan, yo siempre seré la fan número uno.

—Claro que si, hermanita.

—Sólo... No te olvides de mi, ¿sí?

Reí entre dientes.

—Eso jamás sucederá.

—Bien. Me gusta oír eso. ¿Y sabes? Ya tendrías oportunidad de quedarte con el Fantasma.

Reí.

Papá me ayudó a llevar mi maleta hasta el auto de los abuelos.

—Buena suerte, hija. Se que lo harás fenomenal, pero aún así, te deseo mucha suerte —dijo papá mientras me daba un fuerte abrazo.

—Gracias, papá —contesté antes de que nos soltaramos.

Estaba a punto de entrar al coche, cuando papá exclamó:

—¡Promete que escribirás emails!

—¡Lo prometo! —Y subí al auto.

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Llegamos al aeropuerto, el abuelo nos ayudó con el equipaje y nos deseo mucha suerte y buen viaje a la abuela y a mí.

Después de un par de horas, subimos al avión y comenzamos nuestro viaje. Las dos estábamos muy contentas y emocionadas.

Miré hacia la ventana, y supuse que en ese momento mi mamá estaría deseándome suerte también.

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Llegamos a Francia e inmediatamente nos dirigimos hacia la Ópera Garnier. Y ese día conocí a mis compañeros.

George Powell y Dan Washington, dos hombres ingleses que interpretarían a Firman y a André.

Hugo Banner, un hombre australiano robusto que sería Piangi.

Diana Hayes, también de Australia, una mujer delgada con cabello rojo que sería Carlotta.

Gina Moore, una mujer madura de Nueva Yersey que interpretaría a Madame Giry.

Charlotte Robinson, una chica rubia que venía de Nueva York que sería Meg.

Steve Sullivan, un joven rubio apuesto que venía de Londres, sería Raúl.

Y por último, Damien Gray, un misterioso joven inglés con cabello oscuro, que por la máscara blanca que llevaba, podía asegurar que interpretaría al Fantasma.

¡Hola a todos! Hasta ahora, ¿Qué opinan de la historia? Espero que les esté gustando. :)

Angel | The Phantom Of The Opera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora