Agente 004 |h.s|

Capítulo 5

CAPÍTULO 5

“nervios al volar”

JUSTICE AEROPORT- INGLATERRA 09:00 AM.

-pasajeros del vuelo con destino a la capital de Eslovenia abordar la plataforma de despegue, repito, pasajeros del vuelo con destino a la capital de Eslovenia a favor de abordar la plataforma de despegue- exclamaban los altavoces del aeropuerto, ya era hora de partir.

-allá los esperará el Sargento Spilwork que los llevará a su hogar, buenas suerte jóvenes- saludó el Coronel colocando su mano diestra en su frente al saludo militar.

-gracias Coronel- agradecimos y repetimos su acción. Caminamos todos juntos lentamente hasta la plataforma para luego abordar el avión. Me senté en mi silla e intenté distraer mi cabeza para no pensar en el vuelo, desde que mis padres murieron sentí un terrible miedo a los vehículos aéreos, conducía aviones de guerra, helicópteros de rescate, todos con miedo que tuviera el mismo destino que mis padres. Estrujé la mano de alguien que estaba a mi lado sin darme cuenta.

-¿nervios al volar?- preguntó, lo miré y bufé.

-si…- afirmé soltando su mano de repente.

-eres dura con mi mano- exclamó Harry frotando su mano izquierda.

-son los nervios- dije al dirigir mi mirada hacia la ventana de mi avión.

-pasajeros por favor abrocharse cinturones de seguridad para despegue- anunció la voz del avión. Abroché mi cinturón lo más firme posible. Harry igualmente lo hizo.

El avión avanzaba por la pista rápidamente, mis dedos se movían nerviosamente, no podía tranquilizarme, la turbulencia era un infierno. De pronto alguien envolvió mi mano con la suya. Me giré para verlo y choqué otra vez con sus ojos verdosos y profundos.

-tranquila, todo estará bien, la turbulencia ya pasará- me susurró, esa voz ronca me mataba, ahora estaba siendo dulce conmigo, tal vez había alguna señal de que el antiguo Harry seguía ahí. Asentí mi cabeza y miré hacia adelante, sus palabras me habían tranquilizado y su mano, grande, acogedora, suave, me sentía protegida, jamás me había soltado. Ya estábamos en el aire, el vuelo rondaba normal.

-gracias- susurré tímidamente. 

-no hay de qué- en ese momento soltó mi mano y el momento terminó. Me quedé observando la palma de mi mano, aún sentía el tacto que Harry me había dado, suspiré y dejé caer mi cabeza en el respaldo de la butaca para contemplar las nubes que flotaban allí hasta quedarme profundamente dormida.

-LLEGADA-

SAINT TOMAS AEROPORT, ESLOVENIA  16:00 pm.

-¡estamos en Eslovenia!- exclamó Meredith mientras arrastraba su maleta.

-necesito comida, muero de hambre- se quejó Niall.

-Nialler, tú siempre tienes hambre- comentó Louis, todos reímos. Observé a todos lados la gente con carteles con nombres desconocidos. “tienen que usar un código para no ser tan obvios”. Mi vista se clavó en un hombre vestido de traje y anteojos negros, calvo, de unos 70 años de edad y variadas arrugas, en sus manos se posaba un cartel blanco con números romanos, allí estaba mi número de agente, 004 y el de Mar, 032.

-señorita Holmes- el hombre se acercó y tendió su mano.

-buenas tardes señor…- apreté su mano esperando a que me dijera su nombre.

-me temo que no puedo decirle mi nombre señorita por órdenes, ahora ¿Dónde están sus compañeros? Debo llevarlos a la cabaña especialmente diseñada para todos ustedes- pronunció el hombre.

-ellos están allá- señalé con mi dedo índice al grupo de chicos que jugueteaban como niños pequeños, saltaban, se golpeaban, reían. Golpeé mi frente avergonzada- ellos pueden ser algo… infantiles-.

-ya veo- el hombre se acercó a los demás-Agentes, buenas tardes, debo llevarlos a la residencia donde se hospedarán- al oír la gruesa voz de aquel hombre todos se posicionaron derechos intentando disimular las acciones anteriores-síganme por favor- caminamos en silencio hasta el estacionamiento donde nos esperaba una camioneta negra la cual nos llevó a la residencia.

-nos dijeron que preparáramos esta casa para recibir a un grupo de jóvenes asique las hicimos a medida para sus habilidades y a la vez para pasar desapercibidos, aunque no me dijeron nada de que debían llegar niños de Inglaterra- dijo el hombre, todos sonreímos tímidamente.

-disculpe nuestra actitud, a veces no nos nivelamos- se disculpó Caroline.

-señorita Shepard, este es un trabajo serio, no se puede reír, ni llorar, ni sufrir, ni amar, así funcionan las cosas aquí- asintió el hombre sin quitar la vista de un libro viejo.

-suena como ___, la misma filosofía- exclamó Zayn.

-es la mejor forma de hacer las cosas en la Agencia, los sentimientos pueden arruinar todo un largo trabajo de investigación- señalé.

-excelentes palabras señorita Holmes, pero eso no prohíbe los sentimientos fuera del trabajo- comentó el hombre, bufé- por cierto, señor Styles, ni una muchacha en esa casa, esto es trabajo-.

-no prometo nada amigo- exclamó Harry.

-no soy tu amigo, soy tu superior- señaló el hombre mirando a Harry, si no fuera por esos anteojos Harry hubiera muerto de nervios con su tal vez fría mirada sobre él.

-como usted diga- sarcasmo.

-Harry ¿podrías ser un poco más respetuoso?- pregunté enfurecida.

-¿y tú un poco menos aburrida?- repudió el rizado levantándose de su asiento.

-¡silencio!- gritó el calvo-  no puede pelear así y ya desean trabajar cono grupo, las cosas no funcionan así, en mis tiempos no funcionaban así-.

-este es el siglo XXI- exclamó Harry, jamás le habían regañado como hoy.

-sea el tiempo que sea hay que saber trabajar de todas las formas posibles- el hombre y yo lo dijimos al mismo tiempo- disculpe señor-.

-no se preocupe señorita Holmes-siguió- este hogar es para los 9 jóvenes que enviaron a Eslovenia, esa residencia tiene campo de tiro y una casilla con todas las armas, protectores, equipos de rastreo, comunicación, trajes y un par de cosas a la antigua, centro de comando con el mejor equipo de rastreo en el sótano, sala de reunión, y me dijeron algo de un salón de juegos-.

-¡wuuju! Esto será lo máximo- festejó Louis, reímos.

-recuerden, primero el trabajo…-

-luego la diversión, bien, espero que haya comida- deseó Niall.

-señor Horan, allá lo está esperando su pollo favorito, de Nando´s-.

-¡esto es el paraíso!- exclamó Niall, más risas.

-alguien me dijo que deberían tal vez disfrazarse para algunas investigaciones- allí la que se había entusiasmado era Meredith, sus investigaciones podían llevarla a tener que ser parte del grupo de criminales y llevarlos a la justicia soplando todo lo que tramaban. Trabajaba con pelucas rubias, castañas, pelirrojas, en Japón su cabello debió cambiar al azul, disfrazarse como fan del manga para investigar un crimen en Japón- señorita Cren, supe que le gustan esas cosas-.

-mucho- respondió Meredith entusiasmadísima.

-señor Payne, su última misión casi lo mata ¿no?- preguntó el calvo.

-no me lo recuerde- murmuró Liam.

-aquí estamos en un campo duro muchachos, deben tener mucho cuidado, y ser sutiles, eso va para ti Styles- señaló el hombre.

-la sutileza en mi trabajo no sirve, tuve que hacer muchas cosas para liberar a unos rehenes en Alemania- respondió Harry.

-unos rehenes, aquí hablamos del mundo entero- la camioneta frenó- es hora de enseñarles su nueva casa- asentimos y bajamos de la camioneta