— Seraphina.— Si. — digo mientras le pongo mermelada a mi tostada.
— Es un nombre muy largo. — se queja Lauren.
— A mí me gusta mi nombre. — me defiendo.
Asiente.
— Ya te buscaremos un apodo.
— ¿Qué haremos hoy? — pregunto para cambiar de tema.
— Lo que dije ayer. Iremos de compras. — dice encogiéndose de hombros.
— Y comprar una cama para mí.
— ¡Si, por favor! Amiga mía, roncas como un oso. — dice arrugando la nariz.
— ¡Yo no ronco!
— Lo que tú digas...
— ¡Lauren!
Trato de estar molesta por su comentario pero no puedo contener la risa.
— No, no roncas. — dice al final — Pero hablando en serio te mueves mucho. Al principio me preocupaste.
— Tranquila, ya no tengo ataques. No tienes de qué preocuparte. — la tranquilizó, tomando su mano por encima de la mesa para darle un suave apretón.
— ¿Segura? — me pregunta.
— Segura.
****
— Tienes que comprarte algo sexy. —dice mi mejor amiga caminando a mi lado en la tienda de Victoria's Secret.
— No es necesario. — digo con una sonrisa tensa — Además, ¿Quién va a ver lo que llevo debajo? — agrego tomando la etiqueta de un conjunto. El precio me deja con la boca abierta.
— ¡¿Cómo pueden robar tanto por tres retazos de tela?! — se escandaliza una voz en mi cabeza.
— ¡No vuelvas a decir eso! — chilla Lauren, horrorizada, llevándose una mano al pecho — Oh, mi pequeña Seraphina... — dice dándome palmaditas en la espalda con su otra mano — Siempre va a haber alguien que quiera ver bajo tu ropa, incluso bajo tu ropa interior.
» Sino, ¿Cómo crees que se hacen los bebés?
Mi risa es incómoda en comparación con la risa de Lauren, quien al mismo tiempo, toma unas bragas de encaje color negro.
— Madre de Dios, ¡Lo que debe ser el cajón de ropa interior de esta chica!
— Siempre tienes que tener aunque sea un conjunto para una "ocasión especial". Es como una señal. — me explica, llevándose el dedo índice a sus labios, y mirando hacia arriba, como buscando las palabras correctas — Es como que entienden que si una mujer tiene el conjunto combinado (y es lindo) es vía libre para el resto.
» ¿Entiendes?
Siento como se me prenden fuego las mejillas. Y a través de uno de los tantos espejos de la tiendo, puedo ver que estoy roja de la vergüenza.
No, no entiendo.
¿Cómo puede hablar de estas cosas en voz alta? ¡Y EN UNA TIENDA!
— Ve a probarte éste. Creo que te irá bien. — me ordena, pasandome un conjunto negro que me gustaría más de no ser porque las bragas solo tienen un triángulo de tela.
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Ocultas por el sol
RomanceSeraphina Novacheek se ha superado a si misma en los últimos dos años. Por eso mismo, viaja a la ciudad para probar un poco de eso que llaman "independencia". Acompañada de su amiga Lauren, Seraphina conocera muchísimo más de lo que ya sabía. Inclu...