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— Excelente primera semana de trabajo, Seraphina. — me dice la señora Morgan cuando estamos saliendo del estudio — Ten buen fin de semana.

— Se lo agradezco. — respondo con una sonrisa — Gracias por ser tan gentiles, y pacientes.

No hay dudas de que me encanta mi trabajo.

Mi jefa se despide estrechando mi mano y se sube a su auto.

— Que tengas un buen fin de semana.— dice Lucas.

— Gracias Lucas, igualmente. — digo acomodando mejor mi bolso en mi brazo derecho.

— Te invito una copa.

— Te agradezco la oferta pero tengo planes.

Además eso sería darle la razón a Lauren. Y ambas sabemos que eso no nos conviene.

— Será otro día. — dice con pesar — Que te diviertas. — agrega con una sonrisa.

No.

Si.

No.

Niego con la cabeza para alejar a mi subconsciente.

Giro sobre mis talones y voy silbando una alegre canción mientras camino a casa.

****


— Wow. — murmuro parada frente al espejo.

¿La chica que está en el reflejo soy yo?

Mi cabello está recogido en un moño alto, en el centro trasero de mi cabeza, con un leve jopo.

Unos diminutos pendientes de un sólo diamante adornan mis orejas.

Y por último, mi vestido. O mejor dicho: mono.

Es un mono color beige, con mezcla de marrón. Aves, mariposas y flores en tonos azules, blancos, rojos y rosas adornan largo a largo el mismo. Un cinturón negro, ancho, con una cadena dorada en el centro, acentúan la curva de mi cintura

Por último (pero no menos importantes) los zapatos de tacón del mismo color base del vestido, pero en un tono más claro.

Estoy asombrada de mí misma.

También lo estoy del maquillaje que me hizo Lauren. Es discreto, pero mis ojos resaltan más.

Bravo por ella.

Tomo la pequeña cartera y meto el teléfono junto con pañuelos y el labial, por si acaso.

Doy un suspiro antes de salir de mi cuarto.

¿Por qué estos nervios?

No lo sé.

Vamos, relájate. Te daremos la noche libre.

Se me escapa una risita ante eso último.

Camino hasta la cocina donde me encuentro con Lauren charlando con Ethan. Se los ve bien, alegres.

Sonrió al verlos.

Como estoy detrás de Ethan, Lauren mira por encima del hombro del chico y abre los ojos tanto como su boca.

— Oh. Por. Dios. — dice resaltando cada palabra. Siento como la sangre se me acumula en las mejillas. Me encojo de hombros lo más que puedo.

Ocultas por el sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora