Ocultas por el sol

XV

Esa misma tarde dejamos a Lauren en casa de Ethan y luego nos dirigimos a la casa de la hermana mayor de Stephania.

Debo admitir que me pone un poco nerviosa conocer a mi futura tía.

Nunca tuve una. Papá es hijo único y bueno... la familia de mi "mamá" nunca existió.

Y si no deja que le digas tía?

Y si es una señora muy mayor que odia a las adolescentes?

Y si mejor nos volvemos a casa?

Niego con la cabeza para ahuyentar esos pensamientos.

- Todo va a salir bien.- digo en silencio para calmarme.

Por suerte papá está siguiendo las órdenes que le da Stephania para llegar a destino y no me oyen. Además de estar de espaldas a mi.

Apoyo la cabeza sobre la ventanilla.

Me concentro en calmar la ansiedad que está empezando a crecer en mi interior.

Lo cual, milagrosamente, logró en segundos.

Si!

Sonrío para mi y me siento más erguida en mi lugar.

- En la próxima a la derecha. A mitad de calle.- señala Stephania.

Papá gira el volante hacia la derecha y estaciona suavemente en la acera.

Nos bajamos todos juntos y Stephania se adelanta para tocar el timbre.

La noche promete ser fresca cuando un viento me cala hasta lo más hondo haciendo que me abrace a mi misma. Y eso que llevo un tapado.

- Tienes frío princesa?- me pregunta papá con gesto preocupado.

Camina los pocos pasos que nos separaban y me abraza. Refregando sus manos por mi espalda para calentarme.

Yo me hago una bolita en sus brazos y acomodo mi cabeza en un hueco de su cuello.

Huele a papá...

Extrañaba sus abrazos.

Evito las lágrimas cuando me abraza aún más fuerte.

Si supiera cuanto lo extraño... cuanta falta me hace.

Los nervios estan presentando batalla.

No, una crisis no.

Me lo repito como mantra.

- Te extraño.- se me escapa en un murmuro.

- Y yo a ti mi pequeña princesa.- contesta.

- Me puedo sumar?- pregunta Stephania a mis espaldas.

Me había olvidado por completo de su presencia.

- Por supuesto cariño.- le responde papá extendiendo su brazo.

Stephania se acerca con una sonrisa y se acurruca junto a mi en los brazos del hombre que amamos. Cada a una a su manera.

Escuchamos el ruido de la puerta y a regañadientes nos separamos.

- Rose!- grita la novia de mi papá con entusiasmo.

- Nia!- grita la otra mujer imitando los gestos de su hermana.

Nia?

Supongo que es el apodo entre la familia.

- Como estas hermanita?- le pregunta Rose en medio de un abrazo de oso entre ambas.