— ¡No puedes estar así por un chico! — me dice Lauren.Esta sentada a mi lado en mi cama con una taza de té para mí.
— Hipócrita. — murmuro.
— Te escuche. — dice con mala cara — Y no soy hipócrita porque en mi caso era mi prometido. Este chico no es nada tuyo y además se comportó de la manera más infantil del mundo. —
Tiene razón.
¿Lauren diciendo cosas coerentes? Digno de una foto.
Callense por favor.
— Yo también fuí infantil al no decirle nada.—
— Seraphina, tu enfermedad no es algo para ir publicandolo por todos lados. Él no debió...—
— Y tu no debiste volver con Pedro.— digo de mal humor.
Hablar de él o mencionarlo hace que me de nauceas.
De hecho...
— Disculpame. — digo poniendome de pie rapidamente y corro hasta al baño donde después de tres arcadas libera hasta el desayuno de ayer.
Siento la mano de mi mejor amiga en la espalda y después su mano en mi cabello para retirarlo.
Al menos se comporta la mascota.
— ¡Dejenme en paz! ¡POR FAVOR! — pido antes de volver a vomitar.
Y si no es culpa nuestra que ella te este arruinando la vida.
— ¡Basta! —
— Seraphina...—
— ¡Cierra la boca! — la interrumpo y vuelvo a soltar liquido.
Y me largo a llorar.
— No quiero más.— digo tapandome la cara.
Caigo sentada en el piso y me hago una bolita y continuo llorando.
Unos segundos después, Lauren, se sienta a mi lado y me atrae a su regazo. Es lo mas cercano que tengo en este momento a ser contenida así que, a pesar del peso, me acurruco en sus brazos y lloro con la cabeza ocualta en su cuello.
***
Al día siguente me dispongo a ir a trabajar.
Voy vestida con una camisa negra, pantalón de vestir negro, tacones negros y un tapado negro.
Si, digna de funeral.
Asiento a las voces.
Voy caminando por la vereda y mientras tarareo una de las canciones que Ethan y Lauren me hicieron escuchar anoche para levantarme el animo. Eso y unas cervezas.
Me di cuenta de dos cosas: odio la cerveza y la música triste solo hace que te sientas más triste.
Cruzo la puerta del estudio y saludo a Clara al paso.
— Tu. — dice Xavier en cuanto me ve y antes de que pueda responder soy arrastrada por él y por Leo a la sala de fotocopiadora.
— ¿Que les pasa? — digo más fuerte de lo que pretendía.
— Pasa de que tenemos información muy valiosa para tí, cielito.— susurra Leo.
— ¿Qué co...—
— Van a despedirte.— me interrumpe Xavier.
Abro los ojos y la boca.
No. No. No. No. No. No. No.
— ¿Cómo lo saben? — pregunto en un hilo de voz.
— Porque escuchamos a la señora Morgan hablarlo con el señor Allen. Estas al borde del abismo, cielito. — me explica Leo como si no supiera sumar uno más uno.
Me entran ganas de llorar.
No quiero ser despedida. ¿Cómo dejaría plantado a papá? ¿Cómo voy a colaborar en el despartamento con Lauren?
Y no volverías a ver a Lucas.
— ¡Callensé! —
Leo y Xavier se sobresaltan, me miran extrañados.
— Solo te estamos avisando. Comportate. — contesta Xavier. Tras una última advertencia, sale de nuestro escondite seguido por Leo.
— ¿Y ahora que hago? — me pregunto pasandome una mano por el pelo.
— ¡Seraphina! — escucho a mi jefa.
Hora de hacer las cosas bien.
ESTÁS LEYENDO
Ocultas por el sol
RomanceSeraphina Novacheek se ha superado a si misma en los últimos dos años. Por eso mismo, viaja a la ciudad para probar un poco de eso que llaman "independencia". Acompañada de su amiga Lauren, Seraphina conocera muchísimo más de lo que ya sabía. Inclu...