IX

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— Seraphina, ¿Podrías pedirle a Harrison la carta documento? — me dice la señora Morgan desde la puerta de su despacho.

Asiento y dejo lo que estaba haciendo en la computadora, (que era enviar un par de mails), y me dirijo directamente a la puerta de Harrison. Su secretaria no estaba.

Golpeo.

Escucho que Harrison me grita "¡Adelante!" y paso.

— Señor Harrison... — digo a modo de saludo.

El señor Harrison deja de lado la carpeta que estaba leyendo y se quita los anteojos para dedicarme una sonrisa y su atención.

— Hola Seraphina, ¿En qué puedo  ayudarte? — se ríe de alguna broma que no entiendo — O mejor dicho, ¿En qué puedo ayudar a Nora?

Río ante su comentario.

— La señora Morgan quiere que le entregue la carta documento, no especificó cual.

Harrison dice saber a qué me refiero y se agacha para buscar algo en uno de los cajones de detrás de su escritorio. Una vez que la tiene, me la entrega.

— Es esta. Hoy cuando entramos mencionó que te enviaría en su busca. — me explica.

Le agradezco y salgo.

Cuando llego al despacho de mi jefa, golpeó ante de entrar e ingreso luego de obtener el permiso. La dejo sobre su escritorio y me retiro después de preguntarle si necesitaba algo más.

Me siento frente a la computadora y sigo con mi trabajo.

Suena el teléfono interno.

— Seraphina, la sobrina de la señora Morgan acaba de llegar. — me informa Clara del otro lado del teléfono.

Cuelgo y sigo en mi trabajo.

— Hola Seraphina. — dice Elisa por encima de mi cabeza.

— Buenas tardes señorita Morgan. — respondo mirándola a los ojos.

Ay por favor, dime Elisa. No soy tan vieja como mi tía. — me regaña en broma.

Noto que tiene tres bolsas en la mano.

— ¿Fue de compras? — pregunto para darle conversación mientras espera a que su tía termine.

La señora Morgan me dijo que no quería ser interrumpida el día de hoy.

— ¿Qué te acabo de decir? No me trates de usted.

— ¿Fuiste de compras? — vuelvo a preguntar.

— Así está mejor. — sentencia con una sonrisa que muestra sus perfectos dientes — Si, mañana tengo un evento y necesitaba ropa nueva.

» Me compré un vestido, tacones y un algunos accesorios porque no sabía que elegir.

Es igual de consumista que Lauren.

Estamos rodeadas de compradoras compulsivas.

— Un día tendríamos que ir de compras. — propone Elisa, interrumpiendo mi charla interna.

— No soy buena compañía de compras.

— Bueno, tendré que educarte. — dice con su voz cantarina. — Ya lo hice con mi novio, puedo hacerlo con...

— Deja en paz a mi secretaria. — nos interrumpe la señora Morgan.

Elisa se rie.

— Tu secretaria me cae muy bien. — le contesta Elisa, al mismo tiempo que me guiña un ojo y vuelve su mirada de nuevo a su tía.

Ocultas por el sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora