Capitulo 38

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-Feliz cumpleaños- parecía ser la voz de James susurrándome- Feliz cumpleaños mi amor.

Me giré hacia el y sonreí aún con los ojos cerrados.

-Abre los ojos - como pude me enderecé de la cama y abrí mis ojos.

James parado ahí, con un ramo de peonias azules, envueltas en papel café con un moño de listón blanco.

-Cariño son hermosas, como no iban a gustarme... gracias- me arrodillé y lo abrace.

-Jamás pensé que una chica linda, lista, trabajadora, sensual, amorosa que conocería en la escuela, se convirtiera sin duda en lo más preciado que tengo, se convirtiera en mi mejor amiga, mi compañera y próximamente en la madre de mi hijo... no hay nada que me haga más feliz que estar con tigo- lagrimas de emoción corrían por mis mejillas- no llores cariño.

-Con hermosas palabras como no hacerlo- su mano limpio mis lágrimas y me besó, lo jale haciendo que se pegara a mi, no deje de besarlo, se sentó en la cama y me subir a el.

-No quiero hacerle daño al bebé- dijo entre los besos.

-No pasa nada.

-Como sabes.

-Hable de eso con el doctor, mi embarazo esta bien y el bebé no corre ningún riesgo.

-En ese caso- me levanto y me recostó en la cama, se quitó su playera y se decido de mis shorts.

-No llegarás tarde al trabajo- dije en un jadeo.

-10 minutos más tarde no importan.

Mi cumpleaños iba empezando bien.
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Hoy tenía que trabajar en la florería y James ya se había ido. Subí a mí auto y me fui.
Cuando llegue, todo estaba tranquilo, como si no hubiera nadie y de pronto.

-¡Sorpresa!- gritó mi Stef y Jamie, estaban escondidos detrás del mostrador.

-Oh chicos- que lindo que se hayan molestado.

-Feliz cumpleaños mi niña hermosa, ya eres toda una mujer, pronto serás mamá, estoy muy orgullosa de ti - sus mejilllas se tornaron rosa y sus ojos se cristalizaron .

-Gracias Stef... todo lo aprendí de ti.

-Feliz cumpleaños Lea- dijo Jamie para después abrazarme y entregarme un pequeño obsequio.

-No debiste Jamie.

-Ábrelo... espero y te guste- tome la caja y quite el listón que la envolvía.

Una sonrisa enorme se formó en mi cara cuando vi una pulsera que parecía ser de plata con mi nombre.

-Es hermosa gracias- le abrace .

-Hoy no trabajaremos... iremos a desayunar los tres.
Jamie, mi mejor amiga y yo nos fuimos a un restaurante no muy lejos pero muy hermoso, las paredes eran de mármol con pequeños cuadros de flores.

-Mira quien está ahí- dijo mi amiga señalando a un hombre de espalda. El hombre se giró y mire Joan con flores, globos y tres cajas de regalo.

-Feliz cumpleaños princesa, quise decir, princesa adulta- lo abrace y el lo hizo tan fuerte que un poco más de su fuerza y mi bebe salía por mi boca.

-Gracias Joan- el lado tierno que tenía salía cuando estaba con mi Joan, como si fuera mi padre.

-Esto es para ti- me entregó los obsequios.

-Gracias .

-Son de ambos- dijo mi Stef abrazando a Joan.

-Vayamos a sentarnos.

El almuerzo fue increíble, todo el mundo estaba feliz, reímos , Todo estaba tan tranquilo, Jamie actuó como si nunca hubiera pasado nada, mis amigos eran ángeles caídos del cielo, eran los mejores .
Joan se fue a su trabajo y nosotros tres regresamos.
Cuando íbamos de camino a la florería mi celular sonó.

-Bueno- conteste.

-¡Feliz cumpleaños muñeca!- era kelvin.

-Gracias, cuánto tiempo sin saber de ti- dije.

-He estado ocupado... y con ocupado me refiero a que conocí a una chica y es increíble, por cierto, felicidades por su bebé.

-James te lo dijo.

-Estás jugando casi lo grita en toda la escuela- reí.

-Gracias por llamarme.

-Como no hacerlo mejor amiga- se escucho un fuerte ruido lo que parecía ser el timbre- tengo clase de matemáticas, con tu novio.

-Salúdamelo y nos vemos pronto.

-Hata luego Lea.

Colgué y ya habíamos llegado a la florería... mi amiga me dijo que me tomara la mañana,me fui a mi casa y recibí un mensaje de James.

-Salúdamelo, después de lo de esta mañana- puso el.

-Era broma ha ha, ¿qué tal tu mañana?-conteste.

-quiero que busques en mi closet, una bolsa azul, es una pequeña parte de tu regalo- ignoró por completo mi mensaje- saldré de trabajar a las 5 y pasare por ti. Será una sorpresa.

-Entonces estaré lista a las 5, no puedo esperar.

Que emoción, fui al closet de James y ahí estaba, la tome y me senté en la cama.
La abrí con cuidado y dentro había un hermoso vestido color azul rey, tacones del mismo color y una nota pequeña.

=Espero y te guste, la señora de la tienda me ayudó a escogerlo.. te amo.

-Te amo- dije.
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Las horas se me fueron volando, mire el reloj y este marcaba las cinco en punto.
El timbre se escuchó y me dirigí a la puerta.
-Buenas tardes señorita Palvin, me permite decirle que esta preciosa esta tarde.

-Gracias señor Mcavoy.

Tome tu mano y subimos al auto.

-A donde vamos- le dije ansiosa.

-Es una sorpresa.

Encendió el auto y tomo camino.
-Lo que sea que hayas preparado me encantará.
El sonrío y fijo su vista en la calle, un calor ligero se sentía en el ambiente, las flores parecían cantar, la gente estaba contenta.
El cielo no era el que se encontraba sobre nuestras cabezas, el que mirábamos todos los días cuando salía el sol o por las noches cuando la luz de la luna hacia que se viera espléndido. El cielo era aquí, justo donde estábamos, el cielo era donde yo estaba de pie tomada de la mano con James.

-Es hermoso- me había llevado a la playa, mesa, velas formaban un corazón, pétalos de rosas habrían un camino de arena, vino .

-¿Te gusta?.

-Es perfecto... gracias- tome su cuello y lo abrace.

-Sígueme- tomo mi mano y caminos junto a las rosas.
Nos detuvimos en la orillas de la arena, la marea estaba tranquila.

-Lea Palvin... me has hecho el hombre más feliz del mundo... tus ocurrencias, tus locuras han hecho que mi vida tenga sentido... yo no era nada, hasta que te vi por primera vez en la universidad, quede perdidamente enamorado de mi- carraspeo su garganta- lo siento estoy nervioso- sonreí, no entendía a qué venía todo esto-Me he enamorado de ti, te has vuelto la razón de mis sonrisas, el sol de mis mañana, la vida que siempre he soñado y estoy seguro de querer pasar el resto de mi vida con tigo, por eso...- se hinco ¡SE HINCO! era lo que yo creía que era, mi respiración se agitó, mis manos temblaban, quería llorar.

-¿Te casas con migo?- abrió una caja, con un precioso anillo dentro, la piedra era brillosa, en cualquier ángulo era hermosa.

-Si... me encantaría- él sonrió y soltó varias veces el aire, se levantó y me miró, tomo él anillo y me lo puso.

-Te amo- me levanto en el aire y reímos, me casaría con el hombre de mis sueños, la mejor parte de mi.

Holaaaa! En lo personal no quiero que se termine, me encanta haha ❤️

Mi Profesor Prohibido| James Mcavoy| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora