XII
El pasado que vuelve.
- ¿Quieres escoger la pizza? –Me pregunta en el mismo momento que nos sentamos.
Sé que le lance una de mis miradas que no disimulan nada el hecho de que no quiero hablar por como encogió sus hombros, así que respire profundo y negué con la cabeza evitando el tener que hablar demás.
- ¿Qué tal el primer día?
- Bien. –Sonrío- Algo movido, creo que tenía trabajo acumulado que no me habías pasado por correo.
- Tenía la esperanza de que volvieras. –Admite- Esté es tu mundo, Alaska, y no hay nada más gratificante que verte editando o captando algún momento.
Mis mejillas comienzan arder y yo recuerdo las palabras del Dr. Patrick. Seguramente ahora mismo me diría que no puedo huir de aquí pero puedo conseguir alguna forma de desencantarme del señor perfección.
- Gracias. – Bufo despacio- Pensándolo bien, creo que quiero una coca-cola.
- Una coca-cola será.
Tyler se limita a llamar a mesonero mientras yo lo observo con detenimiento. Es que físicamente no es mi tipo, no me gustan los hombres con barbas de quinceañeros, me refiero a esa que está saliendo apenas de días. Cuando tenía el cabello largo me atraía un poco pero ahora que se lo corto y se hace ese molesto peinado hacia arriba no me enciende exactamente y que sea tan insistente me molesta de cierta forma, aunque debo admitir que a mí me gusta hablar con él. Supongo que va más allá del físico, Tyler me atrae y casi como los problemas de adicción la única manera de superarlo es empezar aceptarlo.
- Tengo que comenzar a sacarte las palabras a la fuerza de nuevo ¿No?
No puedo evitar reírme y asiento.
- Sr. Smith, a veces no hay mucho que decir por eso el silencio es de los sabios.
- Tu silencio es más un intento de analizar lo que está pasando aquí. –Dice colocando sus codos sobre la mesa acercándose.
- Eso es un poco pretencioso, el querer hacerme creer que me conoces.
- Te conozco. –Sonríe- Es casi un arte poder leerte, Alaska, y siempre es un placer porque quedo con ansias de más.
- Entonces terminaras por aburrirte. –Suelto sin mucho problema. De nuevo, mis palabras no pasan por el proceso de análisis en mi cerebro, llegan directo a mi boca y las escupen.
- Lo dudo. –Admite.
El mesero llega a la mesa con mi coca-cola y una pizza tamaño familiar de las clásicas, solo queso y jamón. Le dio al blanco por lo menos con la comida.
- No entiendo sinceramente tu interés en mí. –Confieso- A veces es intimidante y me hace creer que de alguna forma es cierto lo que me dijeron.
- ¿Qué suelo salir con mis pasantes? –Lanza sirviendo una rebanada en mi plato.
- Exactamente eso.
- Creí que ya habíamos hablado de esto.
- No, de hecho evitaste el tema.
Tyler se ríe y muerde su labio inferior en cuanto termino de soltar mi respuesta. No dice nada y tampoco me mira.
- Supongo que tienes curiosidad entonces.
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Diez Maneras De Odiarte.
RomanceLos recuerdos son el mejor refugio, incluso de ti mismo. Algunas personas se pasan la vida queriendo ser diferentes, pero yo no pedí serlo. La única razón por la que necesito alejarme de Tyler es porque sé lo que implica enamorarme de él y sé cómo t...