XXVI

1.5K 116 50
                                    

           


Tarde o temprano

Una pequeña regresión en mi mente se hace presente con solo escuchar su voz. Es lo mismo que siempre sentí, que mi cuerpo temblase con solo oírle nombrarme hacía que quisiera escucharlo toda la vida, la única diferencia de esta vez, es que su voz no causa esa sensación en mí. Causa miedo, pánico, terror.

-          ¿Alaska? –Repite en ese tono escalofriante.

Ahora puedo entender que lo que sentía cuando estaba con él no era más que miedo, siempre me dio miedo. Cuando se enojaba, cuando me hablaba de esa forma intentando convencerme hacer lo que él quería solo porque estaba enamorada de él. Fijo mi mirada hacía la salida más cercana sin ni siquiera responder al llamado.

Mi mirada se pasea por el lugar, pero no puedo evitar detenerme en los ojos de Tyler, su mandíbula tensa me hace entender que sabe quién llama, cierro mis ojos y tomo un poco de valor para voltearme y afrontar de una vez estos fantasmas, pero Tyler me sostiene fuertemente de la mano.

-          Creo que está equivocando, mi novia no se llama Alaska. –Lo miro confundida pero no hace contacto alguno conmigo.

-          Lo siento. –Dice Stephen causando esos escalofríos en mí. - Es muy parecida. –Agrega— ¿Podría...?

-          No, no se siente bien. –Dice tirando de mi brazo hacía él muy despacio. –¿Podrías dejarnos solos?

-          Sí, lo siento de nuevo.

Me muevo intentando que no me vea en el momento que Tyler le asiente con cortesía. Puedo ver en sus ojos que esperaba todo, menos conseguirse a Stephen, la verdad es que yo también esperaba absolutamente todo de este viaje, menos verlo a él. Observo como se aleja y se pierde entre la gente, Tyler ni siquiera me mira, su mandíbula tensa y sus ojos mirando al infinito distraído en sus pensamientos, yo no digo nada para sacarlo de su transe solo espero a que él decida decirme algo, pero solo lo oigo soltar el aire que parece haber estado reteniendo desde que vimos a Stephen.

-         Gracias. -Murmuro.

Tyler no dice nada, muerde su labio inferior y vuelve a dejar escapar otro suspiro de él. Sus ojos finalmente hacen contacto con los míos, se acerca rápidamente cerrando el espacio entre los dos y besando mi frente, cierro los ojos porque no hay lugar en el que me sienta más segura.

-         ¿Quieres irte? -Pregunta sobre el ruido, aunque parece que solo lo escucho yo.

-         ¿Y que pasará con Sean? Eres su invitado.

-         Lo entenderá. -Responde- Haremos lo que quieras hacer, podemos ir y hablar con él o podemos quedarnos y rezarles a los santos que no nos crucemos con él nuevamente.

-         Quedarnos suena bien.

A él no parece agradarle demasiado la decisión, pero me da otro beso en la frente y entrelaza sus manos con las mías.

-         Como decidas.

Tomo su nuca para atraerlo a mí y darle un beso, la sensación de sus labios en los míos siempre es mi favorita. Sonrío sintiéndome un poco menos tensa, pero al mirar sus ojos siento que me pierdo en ellos y es como si nada pasase.

-         Creo que estoy un poco mejor. -Dice con una media sonrisa.

-         No mejor que yo. -respondo.

-         Bueno, podríamos arreglar eso con otro beso.

Tyler pone sus manos en mi cintura y ciñe su cuerpo al mío completamente, su mano acaricia mi mejilla sin dejar de mirarme ni un segundo, entonces me besa. Alrededor todo se pierde, sus labios se mueven suavemente con los míos y tengo que sostenerme de sus hombros para no caerme, pero alguien a nuestro fondo esclarece la garganta nuevamente, el miedo regresa... Tyler abre los ojos de inmediato y yo siento como los míos se vuelven una fina línea.

Diez Maneras De Odiarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora