La primavera decidía volver. Y eso ya se sentía en las flores, en las personas y en el aire.
Pero una mujer estaba mucho más feliz: su flor estaba a punto de nacer. La que completaría su jardín.
Y sucedió. El segundo día de primavera ella nació.
Dulce, delicada y un poco sensible. Le costaba abrir sus pétalos pero cuando los abría había magia en su interior.
Muchos le recomendaron que la cuide, la riegue y le de muchísimo amor.
Y gracias a eso, hoy es la flor más feliz del mundo.
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Relatos de Artistas
RandomAquí se publicarán en exclusiva todos los ejercicios de nuestros Artistas de las Palabras, por orden de envío. Cada relato ocupará una parte o capítulo, para que podáis votar, comentar o compartir. Queda prohibida la publicación externa de ellos. As...