Día de la independencia. nxmbelle

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Todos llevábamos las armas pa' llá y pa' cá, mientras disparábamos a los blancos enemigos.

Debía aclarar que era una de las pocas mujeres que había ahí, luchando por su libertad y futuro, ya que las demás se habían quedado cuidando a sus huercos y unas cuantas se hallaban curando a los heridos.

Esta era una guerra encabezada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, donde luchábamos todos por nuestra libertad, por nuestra independencia.

Estábamos desesperados, porque ya habíamos perdido a más de la mitad de nuestra gente mexicana, y parecía que España, en vez de disminuir la cantidad de soldados, mandaba muchísimos más de quién sabe 'onde y eso era algo desesperante.

Tomamos mucho cuidado, y le informamos a don Pancho Villa nuestra situación. Él pareció pensar un poco algo, y en un momento, gritó el nuevo plan.

Todos corrimos a acatarlo, porque si no lo hacíamos, nos llevaba la chingada, a parte era nuestra última salvación.

Y cada segundo, cada respiro vale la pena; tanto como lo haría nuestro último suspiro, si es que no logramos vivir para contar de esto a nuestras familias.

Al parecer, lanzarles algunas balas desde atrás y rodearlos sirvió, tanto que finalmente, su ejército disminuía considerablemente, cosa que agradecimos mentalmente.

Y cuando creímos que estábamos iguales en cuanto a la cantidad de personas al fuego, llega Josefina junto a Emiliano Zapata y algunos hombres, atacando a los españoles, los cuales, en segundos cayeron al suelo, moridos'.

Finalmente, teníamos nuestra independencia. Y sonreímos.

Pero solo sentí por última vez un fuerte impacto sobre mi pecho. No dejaba de chorrear sangre, pero me sentí chida; salvamos a nuestra nación, y eso era lo único que contaba. Di mi último suspiro, con orgullo.

Porque esto es México.

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