A veces algo pasa
o a veces es un simple recuerdo;
en realidad no importa,
la sensación es la misma:
mi alma se quiebra.
Y entonces siento
que lo mejor es rendirme,
dejar de luchar,
que la oscuridad me alcance.
Me acurruco con la soledad,
converso con la tristeza,
le comprendo, le doy la razón.
Entonces apareces tú,
con tu sonrisa imperturbable,
con ese brillo en la mirada,
con tu alma en calma.
Tan solo con la luz que irradias
mis demonios se espantan.
La soledad ya no me es suficiente,
pierdo interés en la tristeza;
porqué recuerdo que te tengo,
que tengo por quien seguir.
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Relatos de Artistas
RandomAquí se publicarán en exclusiva todos los ejercicios de nuestros Artistas de las Palabras, por orden de envío. Cada relato ocupará una parte o capítulo, para que podáis votar, comentar o compartir. Queda prohibida la publicación externa de ellos. As...