Multimedia: Once upon a December - Anastasia (Opcional ponerla)
[Mack siempre se consideró una persona de gustos sencillos. Coloreaba lindos dibujos llenos de flores y felicidad como cualquier niña, le gustaba jugar con el pez de la Dra. Castro y empezaba su día arreglando su rizado cabello castaño con ayuda de un cepillo.
Su color favorito ni siquiera era extravagante, su color favorito era el amarillo.
Ella siempre decía que si tenía una hija, quería que fuera rubia, tal y como era su pequeña hermana que por razones sumamente extrañas para ella fue separada de su presencia.
Mack solo tenía un peculiar gusto, uno que no comprendía porque la sociedad lo repudiaba. Hay niños que le gustan las hamburguesas, a otros les gusta las costillas de cerdo, otros son vegetarianos.
¿Que tenía de malo ser caníbal?
La carne humana le sabía exquisita. Lo supo desde el primer momento que por pura curiosidad mordió la mano de su abuelo en su funeral. Era más jugosa y exquisita que cualquier otra, gruesa por los grandes músculos que el ser humano desarrolla durante su agotadora vida, tiernos ligamentos que se pueden saborear como deliciosos espaguetis. Era la única carne que hasta cruda le sabía exquisita.
Es más, no entendía porque el resto de la humanidad no probaba lo deliciosos que eran.
Y ahora la habían castigado cruelmente porque asesino a uno de los otros pacientes del hospital psiquiátrico ¿Que no entienden? La comida que dan ahí era espantosa, ella tenía mucha hambre y el hombre carnoso estaba dormido. No tenía nada de malo, cualquiera hace cosas locas por hambre.
Eso ponía un poco mal a Mack, se sentía muy sola ahí en esa prisión. Le estaban robando su dulce infancia y adolescencia. Que malo es tener un gusto poco aceptado. Ella no tenía la culpa de disfrutar así la carne. Ella solo tenía un frágil corazón.
¿Habrán otros en el mundo como ella?
Si es así pobres de ellos, permanecen en las sombras, a merced de psiquiatras locos que les arrebatan su libertad y los llenan de medicamentos e inútiles y dolorosas inyecciones.
Ella solo era una niña. Una niña un poco diferente.]
Juleka abrió los ojos, las pesadillas la atormentaban horriblemente. Aún podía revivir esa cruda escena en la que su cuerpo fue despojado de todas su extremidades, se sentía realmente mareada, había perdido mucha sangre y su cabeza dolía como nunca antes.
¿Por que no simplemente moría y ya?
Si bien muchos llegaron a creer que Juleka poseía tendencias suicidas, estaban equivocados. Ella sabía la gran diferencia entre ser un suicida que no afronta sus problemas, y ver el mundo desde una perspectiva más oscuro. Dark.
Juleka sabía más que nadie que el mundo podía ser cruel y hostil. Su madre murió a su nacimiento, su padre se volvió un drogadicto que no hacía más que recostarse en un sillón frente al televisor y quejarse una y otra vez. Pero con ambas situaciones podían, sabía que a pesar de todo su padre trataba de ser un buen hombre con ella de vez en cuando.
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En la lejanía //Adrinette//
Fanfiction"Sean bienvenidos mis queridos huéspedes, al mejor hotel de la Carretera 76. Disfruten de la intimidad que se resguarda en las habitaciones, pues de ahí ningún ruido escapara. No te podrás perder del Gourmet nocturno, ni mucho menos el entretenimien...