(Si, lo sé. Noto mi horrible falta de ortografía en la palabra invención que es con C, luego lo corrijo)
[—¿Te pasa algo, Mack?— le pregunto Phil con su mujer recargada en su pecho, ambos recostados en el sillón de la sala escuchando las melodías que pasaban en la radio. Mack alzó la mirada un poco dilatada por el miedo que sentía. El pudo notarlo, aquel gesto era poco común en ella.
—Siento miedo.— ella no veía el sentido de mentir como el resto de la mayoría, sabía que de todas maneras la verdad se descubriría y de maneras más hirientes. Phil la acurruco más entre sus brazos y acaricio su cabello rubio con la nariz. La acción siempre la erizaba y le otorgaba una tranquilidad inigualable.
—¿Por qué?— le pregunto suave.
—Ayer...— iba a decirle pero la advertencia rebotó en su mente y volvió a atormentarla. Se trago sus palabras y guardo el silencio.— Un hombre me amenazo.— tiro como una verdad a medias. Phil noto claramente que su esposa le ocultaba algo, y aunque eso le preocupaba entendía que lo mejor ahora era tranquilizarla.
—Tranquila Mack, recuerda que nadie puede contra nosotros.— guiño el ojo su esposo, se levanto y le ofreció la mano para invitarla a bailar aquella melodía que sonaba.— No me gusta esta canción.— confesó con ella en brazos meneándose al ritmo de la música. El palpitar suave del corazón de el contra su pecho la tranquilizó más.— Pero contigo es suficiente para que se vuelva un deleite.
Lo que dijo Phil era falso, ellos no podían contra todos.
Bueno, Mack si; pero el no.]
Alya, Marinette y Adrien corrían a través del pasillo de ese piso con precaución. Temiendo a que en cualquier momento Melodie los sorprendiera en su plan de escape. Plagg se hallaba con ellos, pero a diferencia el corría sin ninguna precaución, más bien como si estuviera jugando.
—Bien, según la lista que tengo, ya no hay salvación para Nino, Nathanaël, Sabrina, Alix, Rose y Bustier; pero recuerden que no he bajado a ver la lista actual, así que puede que ya se hayan llevado a alguien más.— inquirió con una vocecita traviesa el pelinegro.
—Debemos encontrar a los demás.— inquirió Marinette sería.
—Obviamente.— respondió Plagg a lo diva.— ¿No se supone que eso estamos haciendo?— a los tras jóvenes le erizaba la piel la manera tan tranquila y casual con la que actuaba un niño de eso edad en un infierno como ese; pero ninguno se atrevía a pensar en cómo había terminado ahí.
—Pase lo que pase, no hay que separarnos.— sugirió Alya con los nervios de punta. Todos asintieron. Pero...
¿Cómo saber cuáles son sus habitaciones exactamente sin ir al lobby por la lista?
Los puntos blancos, Marinette.
Esa voz que hacia rato no escuchaba volvió a aparecer, y como siempre, haciendo que su corazón tambaleara y dudara de sus decisiones. Trago saliva sintiendo que la sangre en sus venas dejaba de circular y sus piernas se debilitaban.
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En la lejanía //Adrinette//
Fanfiction"Sean bienvenidos mis queridos huéspedes, al mejor hotel de la Carretera 76. Disfruten de la intimidad que se resguarda en las habitaciones, pues de ahí ningún ruido escapara. No te podrás perder del Gourmet nocturno, ni mucho menos el entretenimien...