Capítulo 6: No quiero decirte adiós

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Me había quedado intrigada ante la respuesta de Colin, ni siquiera sabía que le gustaba una chica ya que nunca cuenta nada sobre sus sentimientos, es exactamente como yo. Él está dubitativo, no sabe si contármelo o no. Siempre he pensado que es difícil de contar estas cosas, al menos lo es para mí, porque el amor a veces se acaba muy pronto y es mejor guardárselo para ti mismo para que ese daño sea menor.

- Colin, ¿qué ocurre? ¿Quién es esa chica? -pregunto mientras le tomo de la mano, acariciándosela.

Me mira con los ojos entreabiertos mientras se lleva las manos a la cabeza, apoyándolas en su frente.

- No importa, estoy bien -suelta de golpe mientras me mira directamente soltándose de mi agarre.

Nos pasamos el resto del tiempo que estamos en la pizzeria hablando sobre ese tema, yo intento sacarle alguna que otra información para saber quién es esta chica misteriosa pero él no quiere dar prenda, parece asustado de contarme la verdad. Y en realidad, por una parte, me duele que no tenga la confianza suficiente conmigo como para decírmelo.

- Quiero llevarte a un sitio -me dice Colin al salir de la pizzeria- Estoy seguro de que te gustará.

Vamos andando y no conozco el sitio por el que caminamos, jamás había pasado por aquí antes. Los árboles son muy altos, y las calles están un poco más sucias, pero no demasiado. Apenas hay nadie andando por allí, él está guiándome de la mano mientras vamos a más bien paso ligero, hasta que finalmente se detiene frente a una pequeña casa abandonada. Las puertas y las ventanas están rotas, el jardín poco cuidado. La casa tiene dos plantas y en la de arriba se pueden ver las cortinas rasgadas por las ventanas. La madera que recubre la casa está desgastada.

- Ven, pasa -dice guiándome dentro mientras yo rehúso

- Eso está muy oscuro, Colin, sabes que soy muy asustadiza 

- No seas quejica, ¡ven chica de la biblioteca! -me obliga tirándome hacia dentro.

Tal y como esperaba la casa por dentro está destrozada, al igual que por fuera. Pero dentro hace aún más frío debido a que en la casa no ha habitado nadie desde hace muchísimos años. Hay sólo unos pocos muebles y éstos están destrozados. Iba a apoyarme en una silla pero al hacerlo esta se rompe en pedazos y Colin ríe a carcajadas.

- Lo siento, eso lo hice yo cuando era más pequeño, una pequeña broma -dice- Es por eso que te he traído aquí. Solía venir aquí para jugar con mis amigos, un poco raro pero me gustaba.

Se tumba en el suelo, no le importa que esté completamente sucio. Me invita a tumbarme a su lado, por un momento me niego pero finalmente acabo cediendo, vida sólo hay una, aprovechemos y manchémonos un poco. Su mano está tocando la mía pero lo dejo, porque se siente bien su roce.

Hay un agujero en el techo, justo donde tenemos puesta nuestra mirada, desde el cual puedes ver el cielo estrellado, brilla mucho más que otras noches y además hoy es luna llena por lo que está todo precioso.

- Estos son los pequeños placeres de la vida que me hacen querer seguir siempre, Suzie -suspira- Este lugar siempre ha sido muy especial.

Lo miro y él me sonríe mientras coloca sus brazos detrás de su cabeza, apoyándose en ellos. Es, creo, la vez que más feliz he visto a Colin desde que lo conocí. Su sonrisa y el brillo de ésta casi podría dejar impactado a todo aquel que se atreviera a mirarlo.

-Les decía a mis amigos que esta casa sería mía cuando fuese más mayor, que yo la compraría y ellos me envidiarían -comienza a contarme- Ellos siempre se reían de mí diciéndome que era mucho para mí, que no tenía tanto dinero como para pagar una casa de estas características. Y es cierto, no lo tengo, pero lo tendré -afirma- Sé lo que lo haré.

Smile with your eyes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora