Mis dedos tamborilean sobre la mesa mientras espero sentada a que suene el timbre de la puerta principal y Henry aparezca para celebrar la cena que tenemos preparada para él con mis padres. Mi madre está terminando de colocar la mesa con la ayuda de mi padre, yo estoy tan nerviosa que ni siquiera tengo fuerzas para levantarme del asiento
Me distraigo por un momento mirando mis uñas de las manos, algunas comidas y otras un poco largas, cuando escucho los nudillos chocar contra la madera de la puerta. Mi mirada se levanta de inmediato clavándose en la cerradura.
Me levanto intentando no arrastrar mucho la silla mientras me coloco bien el vestido que se había subido un poco por la parte trasera. Mi madre aparece por la puerta de la cocina mientras se termina de secar las manos con un trapo, dejándolo a un lado para poder abrir. Al hacerlo, puedo ver a Henry con un ramo de flores en la mano y una botella de vino en la otra. Su pelo, esta vez más bien colocado que nunca, luce realmente hermoso y con brillo. Lleva un traje color negro con la camisa blanca desabrochada informalmente. Su mirada se centra en mí durante una milésima de segundo pero enfoca su atención en mi madre.
- Buenas noches, señora Collins -saluda Henry sonriendo.
- ¿Qué tal, señor Crowell? Pase -le invita mi madre estrechándole la mano.
Henry entra con paso tímido y le entrega las flores, ella las coloca en un jarrón en la entrada mientras llama a mi padre para que venga a saludar y ella coge su puesto en la cocina ahora. Mi padre, al contrario que mi madre, aparece más sonriente y frota sus manos. Estrecha fuertemente la mano de Henry, acompañando eso con una leve palmada en la espalda. Henry se queda confuso mientras sonríe avergonzado y le entrega la botella de vino que mi padre acepta felizmente.
Cuando finalmente mis padres se encuentran ambos en la cocina nos acercamos el uno al otro. Su mano se posa con delicadeza a través de mi cintura y yo le rozo la mejilla con mis dedos índice y corazón mientras me elevo un poco para darle un corto beso en los labios.
- Estás muy hermosa -susurra Henry.
- Tú estás perfecto -contesto mientras le tomo de la mano y lo llevo hacia la mesa, sentándolo justo a mi lado.
Al cabo de unos minutos mis padres están trayendo la comida, Henry se ofrece a ayudarlos pero ellos se niegan convenciéndole de que pueden traerla ellos solos. Él simplemente se limita a asentir tímidamente. Nuestras manos entrelazadas bajo la mesa le da un toque de peligrosidad al asunto, temerosos de que nos puedan pillar y pongan mala cara a ello pero no parece importarnos en absoluto, al menos no a mí.
- Bueno Henry, así que has dejado ya el instituto... -comienza diciendo mi padre mientras da un sorbo a su vaso de vino.
- Así es, señor Collins.
- Creo que deberías llamarme Rory ya, y a mi mujer Charlize. No es necesario que nos sigas llamando con tanta educación, supongo que ahora somos... algo más que conocidos.
Puedo ver perfectamente, al mirar a Henry, como se ha ruborizado, tiene un color realmente rosado alrededor de toda su mejilla y el agarre sobre mi mano es más fuerte aún. Al mirarme yo le sonrío, confortándole.
- Supongo, perdóneme.
- No te preocupes, todo está bien -dice mi madre ahora- ¿Patatas? -pregunta mientras eleva el plato, ofreciéndole un poco.
- De acuerdo -contesta él sonriéndole, intentando abrirse a la situación.
El resto de la noche pasa muy lento y rápido al mismo tiempo, las preguntas a Henry son continuas y apenas le queda tiempo de hacer otra cosa que no sea responderlas. Cuando terminamos la cena mis padres comienzan a recoger aunque esta vez si que les ayudo y Henry se queda sentado en la mesa, yo le he dicho que así sea para poder hablar con mis padres a solas.
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Smile with your eyes.
RomanceSuzie, una chica de 16 años que se encuentra perdida y sola encuentra su valentía en un amor que no es aceptado por todos, ni siquiera correcto. Un amor que tiene que atravesar muchas barreras para llegar a suceder de un modo completo, si es que alg...