Smile with your eyes.

Capítulo 20: Algo que contar

Pam sigue hablando conmigo y preguntándome cosas que ni siquiera pensé que podían ser preguntadas, no veo el momento de que Henry entre por esa puerta de nuevo haciendo que de ese modo desaparezca la tensión que hay en mi cuerpo de que me pregunte de nuevo sobre la relación tan extraña que mantenemos su hijo y yo. El miedo es algo muy particular últimamente en mi vida diaria.

Pam se acomoda en el sofá, apoyando las manos sobre su regazo. De repente, Henry entra con su padre por la puerta. Kyle, su papá, tiene una sonrisa de oreja a oreja. Su pelo es canoso, tan blanco como la misma nieve. Su nariz es bastante pequeña, al igual que sus preciosos ojos azules. La boca también lo es aunque sus labios bastantes carnosos. No está en muy buena forma física pero no luce mal. Se mantiene en forma para tener la edad que tiene, en realidad.

Kyle se acerca a mí y yo me levanto para poder saludarlo mejor. Su mano se aprieta sobre la mía.

- Es un verdadero placer, me llamo Kyle.

- El placer es mío señor Crowell, mi nombre es Suzie -le dedico la mejor de mis sonrisas y él me la devuelve.

Todos nos sentamos en el sofá, Pam se ha levantado de mi lado cediéndole el sitio a Henry y ahora está sentada en el sofá de al lado agarrando la mano de Kyle. Kyle apoya su brazo cómodamente sobre los hombros de Pam, como si fueran a posar para una foto familiar. Henry coloca la mano sobre mi rodilla y me acaricia, confortándome. Le miro mientras le dedico una sonrisa torcida y él hace lo mismo pero con más intensidad provocando que las arrugas de sus ojos se pronuncien exageradamente.

- Creo que teníais algo que contarnos -dice Pam.

Agacho la cabeza, avergonzada de lo que pueda pensar. Pensé que no sacaría de nuevo el tema pero ahora me doy cuenta de cuán equivocada estaba. Es madre, es normal que se preocupe por su hijo y por las consecuencias que pueda traer las cosas que haga. Lo único que busca es el bien de Henry.

- Ah, ¿sí? ¿El qué exactamente? -dice Henry apoyándose en el respaldar, esta vez colocando la mano en mi espalda y acariciándola de arriba a abajo.

- Suzie me dijo que estudia en el mismo instituto en el que tú trabajas. Y, obviamente -dice señalando su mano- estáis juntos. Además, me has hablado de ella, no mencionando que era tu alumna, pero lo has hecho.

Henry asiente con la cabeza y sigue manteniendo su sonrisa.

- ¿Y bien...? -espera su madre una respuesta.

Henry se acomoda en el sillón, apoyando sus manos entrelazadas entre sus piernas y carraspea antes de hablar.

- Sí, es mi alumna -dice finalmente.

- ¿Y cómo seguís manteniendo una relación si es tu alumna, Henry? ¿Sabes la cantidad de problemas que podríais tener por ello? ¡Dios mío! -exclama la madre.

- Henry... -comienza su padre.

- No, no empecéis ambos -responde Henry- Sí, es mi alumna pero nosotros no decidimos enamorarnos el uno del otro. Todo surgió... de repente. Lo mantenemos en secreto, nadie tiene porqué saberlo.

- ¿Te estás escuchando, hijo? -dice Pam- Esto no tiene ni pies ni cabeza, os estáis perjudicando.

- Supongo que tendremos que darnos cuenta nosotros de que lo estamos haciendo -suspira él mientras agacha la mirada pero al segundo la vuelve a posar en su madre que ahora recoloca unos mechones de su pelo- Sé que es difícil de entender, de veras que lo sé. Al principio ni siquiera yo entendía que estaba pasando entre nosotros pero, nos queremos mamá, papá. Tenéis que entendernos, no podemos evitar todo esto, no tenemos la culpa.