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Había pensado varías veces que los amigos de luke no tenían familiares, porque ellos salían cada vez que se les pegaba la gana, todo lo contrario a mí.
Me encontraba en el auto de Luke rumbo a la casa donde quedaría con los chicos, estaba un poco (mucho) emocionada, o sea iba a estar 3 días junto a Luke y sus amigos, este fin de año sería genial, los chicos son geniales. Cuando al fin llegamos visualice la casa, era muy grande y tenía rejas que la cubrían, algo parecido a la que se encontraba en Newcastle ¿En qué trabajarán los padres de Connor? En verdad era linda.

—¡Juliette!— gritaron todos los chicos al verme pasar la puerta, ellos estaban sentados cerca de la piscina, corrieron a abrazarme y yo reí al sentir como me elevaban en sus enormes cuerpos, en verdad eran mucho más altos que yo.
Me pareció extraño que estuvieran tan temprano despiertos, pero bueno, ellos eran raros.

—Julie, me da gusto volver a verte.— ¿Julie? Nunca nadie me había dicho así antes, pero me gustaba.

—A mi también me da gusto verte de nuevo, Connor.—Correspondí a su sonrisa con dientes tan blancos como perlas y miré de reojo a Luke quién solo bufo y rodó los ojos.

—Muy bien, ya basta, ven Julieta, quiero enseñarte algo.—agregó Luke y tomo mi brazo para que lo siguiera, yo solo me limité a caminar junto a él y fruncí mi ceño debido a como me llamó.
Salimos por la puerta principal y volvio a montar el carro, yo lo seguí y lo mire esperando a que dijera algo. Solo río. —Te voy a llevar de vuelta a casa, tu madre me va a matar.— Solo me limité a mirarlo algo enojada, no puede solo traerme, emocionarme y después llevarme a casa. Estaba a punto de responder cuando volvió a hablar:

—Mentira, quiero que me acompañes a un lugar. —Relaje mis gestos y me volví a incorporar a mi asiento, mientras una pequeña sonrisa se me escapaba.
Condujo varias cuadras hasta llegar a un centro comercial, de hecho la casa de los padres de Connor no estaba tan lejos de aquí, se estacionó cerca de la puerta y yo salí esperando a donde me llevaría él. Y como era de esperarse, su torpeza no pudo faltar, al cerrar la puerta donde él venía se engancho los dedos y se los aplasto todos, yo solo reí y me limité a ver que era lo que hacía.

—No te rías, es doloroso — se defendió y yo continué riendo al ver cómo acariciaba sus dedos un poco rojos debido al golpe.
Me pose a su lado y lo seguí hasta dentro del establecimiento, en el trayecto el saludo a varias personas, sobre todo chicas quienes solo me miraban de arriba hacia abajo, había olvidado que Luke era esos que toda la escuela se quiere follar.
Llegamos a una tienda de CD's y yo solo miré a Luke confundido.

—¿Qué hacemos aquí? —pregunté mirando de lejos algunos cd's que se encontraban en la estantería.

—Quiero comprar los regalos de los chicos, no les di nada en Navidad y ellos sí me dieron, me siento un poco culpable —Río y yo imite su acción. —Puedes escoger algo, si quieres — Entonces le di un vistazo a los cd's y en verdad había bastantes que me encantaban, Nirvana, Green Day, Gun's N Roses, entre otros, no escogí nada porque en verdad no tenía tanta confianza con Luke para que comprara un cd por mi. Se acercó y me susurró un "¿lista?" Yo asentí, no tenía nada pero no importaba. El cargaba 6 discos, Blink-182, Muse, The Neighborhood, Green Day y Michael Bublé, reí por el último, seguro se lo llevaba a Connor, ya que él no escuchaba música como la de ellos. Los pago y me miró esperando que le diera el mío pero yo no quise, igual no tenía uno.

—¿Por qué no tomaste un disco? —Cuestionó.

—No quisé ninguno, aparte no ibas a pagar eso por mí.

—Claro que lo haría, era mi regalo de Navidad atrasado —Yo reí y negué diciéndole que estaba bien así, caminamos a un lugar donde podían envolver los discos, y después de eso llegamos a un restaurante de comida rápida, el pidió una hamburguesa de pollo y yo una con tocino y doble queso.

—¿En que salón vas? Solo te he visto por los pasillos, pero nunca nos ha tocado una clase juntos —Pregunté mientras disfrutaba de mis papas fritas.

—602, es verdad, eso es extraño —asentí y me quedé pensativa, entonces era de mi misma edad, bueno el tenía 18 y yo 17.
Comencé a reír porque cuando le dio una mordida a su inmensa hamburguesa se mancho un poco de ketchup en la nariz, la limpie con una toalla y volví a mi lugar. Y como mis papás se habían acabado tuve la inteligente idea de robarle una a él, frunció el ceño y yo volví a reír, le lance la papa de vuelta y reí, otra vez.
Y eso no fue una muy buena idea porque así fue como un par de estupidos iniciaron una guerra de comida en una restaurante.

—¡No puedo creer que nos echarán del lugar! —dije sin parar de reír, mi estomago ardía de tanto hacerlo, recordando lo que hace un par de minutos hicimos.

—En mi defensa yo no fui quien te quito una papa frita, aparte el gerente es un exagerado —Él río también junto conmigo levantando sus manos para excusarse.

—¿Exagerado? ¡Golpeaste a una anciana en la cara con tu tomate! —Toque mi estómago intentando calmar el calambre que se formaba debido a la risa.

—¡A mi no me gusta el tomate! — Gritó divertido, se calmó y se quedó mirándome un muy buen rato, yo reía a más no poder.
Íbamos de vuelta al auto y de vuelta con los chicos.

••••••••••••••

—¿Sabes conducir? —preguntó Luke de la nada interrumpiendo mi mini concierto con una canción de Green Day, él las había puesto porque sabía cuando me gustaban.
Yo negué y reí un poco, era patético, tenía 17 años, casi 18 y aún no sabía conducir ni un poco. El río junto conmigo y se quedó pensativo un rato. Y de la nada soltó. —Mañana te enseñaré, seré el tutor más guapo en toda tu entera vida. —Yo lo mire atónita con la boca abierta.

—¡Estás loco! no sé ni un poco y podría hasta matarnos, claro que no. —negué rotundamente y el río burlándose.

—Juliette, tienes 17 años, necesitas aprender a conducir, eres una patética, así que mañana me acompañaras. —Yo cruce mis brazos resignada.
Luke era muy terco, tan terco como tan torpe.

Después de varias canciones y la melodiosa voz de luke y la mía que parecía que estaban aniquilando a un gato. Luke cantaba muy bien. Llegamos con los chicos.

—¿En donde se metieron todo el día? —preguntó Michael mientras asaba un bombón en la mini fogata que habían hecho, ya eran las 6 de la tarde, así que estaba un poco oscuro, no del todo.

—Fuimos a comprar sus regalos de Navidad. —Los chicos saltaron de emoción y corrieron hacia él. Parecían cachorros. —Pero aún no se los daré, tendrán que esperar hasta año nuevo —después de decir esto los chicos protestaron y yo solo reí.

Así nos pasamos toda la tarde, platicando cerca de la fogata, después Calum sacó una guitarra desde dentro de la casa y comenzamos a cantar diversas canciones, en verdad cantaban muy bien, fue entonces cuando me dijeron que querían algún día crear una banda, les dije que estaría genial.
Le dije a Luke que me llevara de vuelta a casa porque ya eran las 12 de la noche, accedió y me llevó hasta mi casa.

—¡Nos vemos mañana, y prepárate mentalmente porque no quiero morir tan joven! —gritó antes de partir y yo solo reí camino hacia la puerta de mi casa.

Mi mamá estaba un poco asustada pero le explique todo, también le dije que mañana saldría con él, pensé que no me dejaría pero lo hizo, subí a mi habitación y me quedé meditando un poco sobre el día de hoy.

Yo no sabía que estaba empezando a sentir por ese torpe rubio.

Clumsy {l.h}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora