Holland Road <Jamie Campbell Bower>

Capitulo diecinueve: <Almuerzo en familia>

Perdonen por tardar tanto. Estoy a full porque el miercoles rindo, pero quería dejarles si o si el capítulo. 

¡Comenten y voten! 

Las adoro. 

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Estar despierta no significaba para mí que debiera estar levantada. Observé la ventana desde que el sol salió y viendo como mi cuarto se llenaba colores desde el naranja hasta el azul que era efecto a los rayos cruzando por la cortina de ese color.

Hace pocos minutos había recibido un mensaje de Jamie diciendo que al mediodía me buscaría para ir a la casa de sus padres entonces sentí un poco de nervios, porque en realidad no éramos todavía anda concreto. Lo ‘nuestro’ podría durar o ser totalmente efímero. Irse con  la primera nevada o sobrevivir a estas.

Me gustaba el hecho de que las cosas no sean planeadas y la incertidumbre del futuro cercano que nos tocaría estuviera presente en todo momento. Porque planear las cosas en mi pasado habían salido totalmente desastrosas, quizá cambiar los métodos harían que el resultado fuera diferente.

Otra cosa que me preocupaba era como debía lucir. ¿Fresca y despreocupada? ¿Seria y culta? Porque tenía claro que no podía vestirme como lo hacía siempre. Con mi ropa oscura, botas de combate, uñas negras. En absoluto.

La noche anterior, luego de que los invitados se fueran, horneé una tarta de ciruelas para no ir con las manos vacías a la casa de los Bower, sería descortés de mi parte. A demás, me gustaba hacer esas cosas.

Me levanté de la cama después de rodar y pensar. Estaba dispuesta a buscar en el lado olvidado de mi closet para encontrar algo que solía ponerme. Algo al estilo vieja Summer.

Prim ya se había ido a sus clases, escuché cuando la puerta  se cerró a su  partida. No iba a tener su asesoramiento en este caso.

Rebusqué y encontré algo perfecto para el almuerzo con los Bower. El conjunto constaba de:

Un sweater de hilo color verde con el cuello ancho que producía un efecto de caída hacia un hombro, unos shorts de jean altos acompañados de una bandolera beige que hacía juego con las sandalias bajas de Prim.

Luego de decidir todo aquello, me duché y arreglé el cabello, rizándolo un poco y utilizando sutilmente maquillaje para que luciera natural. Ya había olvidado cómo era todo aquello.  

No sé en qué momento, pero ya era el mediodía y aún no encontraba las sandalias, tenía a Jamie en la puerta del departamento.

─ Pasa Jamie, aún no encuentro las sandalias─ Le dije al rubio en un tono alto para que pudiera escucharme ya que me encontraba en la habitación.

El ingresó al departamento y se acomodó en el sofá con la vista en su celular mientras yo rebuscaba en la habitación de Prim en busca del calzado.

─ ¡Las encontré!

Caminé hacia la sala y él me observó por unos segundos, frunció el ceño pero a la vez sonrió.

─ Luces fabulosa.

─ ¿Acaso estas citando a Jace en la escena en que van a la fiesta de Magnus? Porque de ser así podría caer en este instante a tus pies.

─ No lo había pensado de esa forma, pero si es así puede ser. Pero no quisiera que cayeras a mis pies, sino que a mis brazos.

─ Si, es mejor así. Cayéndome a tus pies podría hacer que lastimaras mis rodillas.