Capitulo cuatro: <La carta>

2.5K 171 64
                                    

Los gritos no tardaron en hacerme levantar de la cama. Prim gritaba mi nombre una y otra vez o cual hizo asustarme como puta madre.

─ ¿Qué sucede Prim? ─ Le pregunté asustada sin poder entender que al verla, llevaba una sonrisa amplia y un papel en la mano, mientras saltaba.

─Llegó esta carta para ti, de remitente dice J.C.B ¡JAMIE CAMPBELL BOWER!

─Creo que estás loca, puede ser alguien más. ─ Le arrebaté la carta y procedí a leer.

                                                                                                             Agosto, 28.

¿Summer?

No sé realmente quien eres, pero decidí tomarme un tiempo para escribir una carta –ya que te busqué por las redes sociales pero no te encontré- así que no tuve más remedio que utilizar este antiguo medio.

Aquella noche llevé conmigo tu libro con mis compañeros y Cassandra –La cual admitió estar halagada al ver como subrayabas las mejores partes y hacías notas como: ¡Buenísimo!- luego todos firmamos. Espero que te haya gustado el regalo.

No soy de las personas que insisten en estos temas pero esa noche fue realmente extraña y creí que era mi deber contactarte. Al principio creí que estabas drogada, perdón por la sinceridad, pero vi esa sangre salir de tu nariz y decir cosas sin sentido, aunque admito que disfruté tu inconsciente charla, soy fan de Queen. ¿Sabías? Pero cuando te llevé al hospital me encontré con Allan, me explicó que no ingerías drogas y a demás, él me facilitó todo esto de tu ubicación para poder encontrarte.

Tengo tu chaqueta… Quedó en mi auto esa noche y pienso que debería devolvértela. ¿Te parece si te veo el viernes a las cinco?

Si no tienes problema, estaré en el café cubano de Holland Road.

Jamie Bower. 

─No puede ser. ─ Dije dejando la carta en la mesa, la cual tomó Prim y comenzó a leer en voz alta y muy rápido. Nuevamente comenzó a gritar y decirme lo afortunada que era.

─QUIERE VERTE, DE LO CONTRARIO HABRÍA DEJADO TU CHAQUETA JUNTO A LA CARTA.

─Basta con tus hipótesis, yo no puedo ir. No puedo salir con Jamie Campbell.

─ ¿Estás loca? Cualquier mujer se moriría por salir con él.

─ No creo estar en condiciones de salir con alguien Prim. ─ Repliqué, sintiéndome confundida y enferma. Esto debía ser un sueño. Jamie enviándome una carta a la manera antigua. Tome la carta nuevamente y observé su caligrafía, la cual parecía nerviosa, bohemia, justo como él.

─ ¿Por qué no te das una tregua? Volver a sentir no te vendría mal. Es miércoles, quizás podrías pensarlo un poco más. ¡ES JAMIE!

Pensé seriamente, no quería que él me viera pasar otro papelón como el de aquella vez. ¿Por qué después de todo aquello quería volver a verme?

Si… La chaqueta.

**

Esto realmente no podía ser real, era una fantasía. Nunca en la vida creí que pasaría algo así. Estas cosas no le pasaban a Summer, no realmente.

Era viernes, estaba sentada en el borde de mi cama observando el suelo. Observando el closet donde se asomaba un vestido color salmón, el que en un tiempo fue mi favorito.

Caminé hasta allí y abrí las puertas de par en par, dejando ver todo lo que allí se encontraba.

Estaba decidida. No iría a ninguna parte. O tal vez sí.

-

Faltaban un par de horas para lo que sería el encuentro. Me metí en la ducha tratando de acomodar mi cabeza, acomodar todas las dudas e inseguridades. ¿Cómo podía ser que no supiera que hacer? ¡Era Jamie! Nadie en su sano juicio lo rechazaría.

Prim llegó media hora  antes, sabía que la mataba la curiosidad por saber si iría o no.

─Sabía que estarías aquí en cualquier momento─ Dije riéndome y terminando de arreglar el maquillaje. Al verme arreglada comenzó a reír como desquiciada lo cual decía que Prim estaba feliz.

─ Sácate una foto con él, bésalo, fíjate sus anillos, sus tatuajes, su cabello. ¡TODO!

─ ¿No quieres salir tu con él, Prim?

─ Créeme que si tuviera la posibilidad, no lo habría dudado en ningún momento. Eres hermosa Summer, mereces esto y mucho más. Solo espero que puedas volver a ser la misma de antes. Aquella mujer divertida, simpática, la que cantaba desde que se levantaba, hasta que dormía. La que pasaba horas escribiendo en su máquina antigua, manchándose los dedos cuando tenía que cambiar las cintas. Te amo y siempre querré lo mejor para ti. Espero que esto sea una nueva posibilidad que la vida te presenta.

─ Lo intentaré por ti Prim. Lo juro, te amo amiga.

Luego del momento de confesiones, nos fundimos en un abrazo y ella ayudó a rizarme un poco el cabello. Luego Prim volvió con mis pastillas, para que no olvidara y no me pasara nada extraño.

Tomé mi celular y lo guardé en el bolso. Londres había estado teniendo unos días cálidos y soleados y por alguna razón me hacía sentir con más ánimo.

Pensé y me dije a mi misma que si aparecería alguna imagen en mi cabeza, la borraría al instante.

─ Por favor, cuéntame todo cuando regreses, si llegas tarde y yo duermo, despiértame y quiero saber todos los detalles.

─ Prim, tranquila. Sabes que te contaré todo. ¿Estoy bien?

─ Te ves fantástica.

Con la aprobación de mi mejor amiga, salí del departamento de camino a Holland Road, viendo a la gente caminar, disfrutando del sol, de la calidez que le transmitía a mi piel. Llegaba más que bien, si no me equivocaba, el café quedaba a la altura de Holland Park.

La calle me traía muchos recuerdos, desde la librería junto a la iglesia, hasta el puesto de flores frente al parque. Era un lugar hermoso para vivir. Era mi sueño.

En un par de minutos me encontraba frente al café y mi corazón latió tan rápido que por un momento pensé salir corriendo. Pero alguien mirándome desde el interior del local y brindándome una sonrisa, hicieron que todos esos pensamientos se volaran de mi mente. 

_______________________________

Está un poco corto, ya que en el próximo capítulo habrá más acción. 

Holland Road &lt;Jamie Campbell Bower&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora