Holland Road <Jamie Campbell Bower>

Capitulo veinte: <Carta, fiesta, olvido. Todo es un desastre>

Agosto, 27.

Querida Summer:

Con John pensamos mucho en escribirte pero decidimos que ese momento sería ahora, cuando toda la tempestad se haya calmado. Bueno, en verdad esto no se calmó, sino que ya nos hemos acostumbrado tanto a esto que pasó a ser nuestra extraña normalidad.

Te extrañamos, en verdad. Solías ser la persona que nos alegrabas las tardes junto a Fred, sus locuras, su amor y demás llenaba el ambiente. A pesar que cuando se peleaban eran como agua y aceite, su amor era mucho más fuerte que todo aquello.

Recordamos aquella tarde de invierno en que se gritaron, lloraste e hiciste que Fred lo haga para luego terminar abrazados y limpiándose las lagrimas unos a otros. Fingimos que no habíamos escuchado absolutamente nada pero no fue así, porque nos gustaba ver cuando amor emanaba de ustedes. No porque fuéramos metiches, sino que era como vivir una película romántica en la vida real.

Su primer año de relación, en que Fred estuvo nervioso porque no podía encontrar el regalo perfecto entonces John dio la casa de verano cerca del lago para que pasaran un fin de semana. Yo fui quien lo ayudó con la comida, no creas que él era gran chef. Al menos no para ese entonces.

Ahorró cada euro que se ganaba con John para comprar flores, chocolates y todas esas cosas que a ti te gustaban. Por cierto, el vestido lo elegí yo. Porque en ese momento Fred pensaba llevarte uno bastante anticuado.

Le daban rienda suelta a su felicidad. Tenían tanto por delante. No era justo que te haya pasado algo así. Tan imperiosamente doloroso.

¿Cómo ese amor podía quedar en la nada? ¿Cómo podía ser que todo eso haya terminado?

Nosotros sufrimos muchísimo. Es más, seguimos haciéndolo. Pero uno no puede controlar las vidas de los demás.

No podemos retroceder el tiempo y tratar de arreglar lo que se había roto. Verlo, de esa forma, había sido tan extraño. Me imaginé –como toda madre hace- el momento pero no lo creí.

Tu madre me daba datos de cómo estabas y más de una vez pensamos en ir a verte, pero quizá traíamos recuerdos que querías ocultar en lo más profundo de tu inconsciente.

¿Por qué no se puede comenzar todo otra vez?

¿Por qué uno está destinado a sufrir?

¿Cómo se arman las piezas nuevamente?

¿Cómo se puede seguir?

Teníamos tantas preguntas y esperábamos que el tiempo nos dijera que hacer, pero no. El tiempo no tenía todas las respuestas.

Sin más. Deseamos que estés bien cariño y si te sientes lista puedes venir a visitarnos.

Con cariño:

John y Mary.

 

─ ¿Qué sucede Summer? ─ Preguntó Prim observando cuán pálida me había puesto.

Hace horas había regresado del almuerzo con Jamie y su familia. Solo minutos habían pasado luego de las 6 p.m. cuando fui a buscar al buzón las cartas.

Traté de comprender si había sido el destino el que quiso que llegara la carta de mis ex suegros justo el día en que conocía a los padres del chico con que comenzaba a intentar volver a sentir.