Capitulo veintidós: A veces investigar no es lo mejor.

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POV Jamie Campbell.

 No estaba aún totalmente consciente del asunto. No mientras estaba bajo los efectos del alcohol. Porque en verdad todo parecía extraño. Summer me parecía extraña en ciertos aspectos.

La vi seguir a nadie, persiguiendo con la mirada a algo invisible. La alcancé y me asusté. Porque en todo momento creyó haber estado hablando con alguien.

Pensé por un momento en que nada estaba bien. Entre nosotros sí, pero no en su cabeza.

Más allá de estar alcoholizado, encuentras ese punto que no se puede engañar.

Por más que trates de buscar algún lado razonable, no lo había para todo aquello. Parecía que estaba en una película pero no encontraba las cámaras de fondo, ni tampoco alguien que me dijera que hacer. Tenía que improvisar absolutamente todo.

Luego de haberla dejado en su departamento, en mi mente crepitó el nombre Fred y pensé que realmente investigar sería algo que vendría bien. No quería realmente entrometerme en sus asuntos personales pero no quería seguir avanzando sentimentalmente en su territorio, no al menos sabiendo que su ex seguía tan presente.

No podría correr el riesgo de caer junto a Summer en una situación bochornosa.

Iba a buscar a Fred, para que le diera ese cierre a todo lo que ellos habían tenido.

Sería lo mejor para ella.

Lo mejor para nosotros. Porque en verdad ella me gustaba y no quería que nada se interpusiera en nuestro camino.

No pude dormirme incluso cuando estaba muerto de sueño. Porque conciliarlo en ese momento no iba a ser fácil, no mientras mi cabeza esté llena de pensamientos. De dudas y cosas que quizás nunca llegaría a entender, incluso si las pensara miles de noches más.

Cuando me desperté ya había anochecido puesto a que la habitación se encontraba a oscuras y la luz de la luna daba un reflejo tenue en el suelo de mi habitación,  pero no era tan tarde como para hacer unas llamadas y terminar con los asuntos pendientes que había que resolver.

Primero… Prim. Tenía que ver si ella estaba dispuesta a darme al menos el apellido de él para poder hacer una investigación al estilo Sherlock. O al menos tratar de que ella quisiera contarme al respecto. Supongo que ella estaba al tanto de todo lo que le sucedía a Summer. Eran mejores amigas.

Tomé mi teléfono y le marqué, esperando que me diera las respuestas que quería escuchar. Con la esperanza de que nada sea tan malo como imaginé en mi cabeza. Llegué a pensar que era un ex psicópata que la amenazaba con matarla si no volvía con ella. Pero también imaginé que era un idiota que la había abandonado frente a sus narices por alguna conocida de ella.

No lo sé, por mas que pensara todas las ideas parecían locas. Pero lo que sabía es que el corazón de las mujeres eraN realmente frágiles. Como un pétalo de rosa. Cualquier pequeño golpe que recibiera se vería instantáneamente marcado.

Conversación telefónica:

— Prim. Habla Jamie.

— Jamie, que sorpresa. ¿Qué necesitas?

— ¿Estas ocupada?

— No, estoy en el hospital con Allan.

— ¿Te parece que vaya? Tengo cosas que preguntarte…

— Si, puedes venir. Creo que ya sé que me preguntarás.

Fin de la conversación.

Sin esperar más, tomé las llaves de mi coche y salí disparado hacia el hospital donde había dejado a Summer la primera noche que la conocí. Miré el lado del acompañante, extrañando tenerla allí y recordando como había sido aquella vez de camino al hospital. Parecía dormida, pero su nariz sangraba y no sabía que hacer así que tomé un pañuelo de bolsillo que tenia y le limpiaba el rostro de vez en cuando.

Holland Road <Jamie Campbell Bower>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora