Me agaché por la puerta de la oficina y le hice señas a Karen para que no dijera donde estaba, ella me miró asombrada pero luego se encogió de hombros.
Sentí los pasos y avance lo que más podía para que no me viera.
- muy bonito Daniel, esperó no te estés escondiendo de mi - saqué el aire contenido y me levanté.
- cómo se te ocurre tal cosa Luciana -Entrecerró los ojos.
- eso espero Daniel, ¿has avanzando con la lista? -
- soy un hombre muy ocupado, además que pensaran de mi, si les ando preguntando a todos ellos si son sanos y si son buenos en la cama.
Me miró y se cruzó de brazos.
- eres mi amigo y lo prometiste- dio una patada en el suelo.
- tus hermanos me matarán cuando sepan que ando buscando candidatos para que te desvirgen.
- jamás te matarían, en todo caso te enviarían al hospital y prometo cuidarte.
- eres un consuelo - me di la vuelta molestó - veré que hago, hoy iré al bar.
La vi asentir y luego se me pegó para darme un fuerte abrazo.
- gracias mi Dani bello - se dio la vuelta y contoneo sus caderas, no lo podía negar era muy femenina, pero para mi era como mi hermana.
Cuando salí de la tienda, me dirigi al bar famoso del pueblo, ahí nos reuníamos todos los hombres tanto viejos como jóvenes y él que tenía suerte, salía acompañado, las mujeres del pueblo más cercano también les gustaba el bar nuestro, había música en vivo y porque negarlo éramos hombres guapos.
Una morena que no había visto en mi vida, me hizo ojitos desde que entré, le eche una mirada y supé que me encantaría perderme en ese cuerpo de infarto.
Por esta noche pasaría de investigar quien era el indicado para liberar a Luciana de su poca experiencia, está noche era solo mía y de la preciosa morena que aceptó mi mano para acompañarme a mi casa, esa era una de las razones por las que vivía en las afueras para vivir mi vida sin ojos críticos al ver la frecuencia de visitas femeninas en mi casa.
Luciana
Estaba molesta con mis hermanos, nadie podía dirigirme la palabra porque era motivo de pleito, salí de puntillas de la casa, ambos habían llegado bebidos así que estaban profundamente dormidos, necesitaba sentirme en paz y en la casa de Daniel me sentía así de bien.
Empujé la moto y hasta una distancia considerable la encendí, llegue rápido a la casa de Daniel, por las horas de la noche había poco tráfico, decidí esconder la moto detrás de unos arbustos, no quería que llegará a oídos de mis hermanos que estaba en la casa de Daniel a altas horas de la noche.
Me dirigí a su cuarto, debía estar viendo alguna película, abrí la puerta pero no había rastros de Daniel, recordé que me había dicho que iría al bar a investigar los posibles candidatos para mi proyecto.
Bajé a la cocina a prepararme un sándwich, escuché abrirse la puerta de atrás y me encogí de hombros por los gustos raros de Daniel, era su casa no entendía por que vivía escondiéndose de los vecinos, aunque Daniel era un hombre muy tímido, creo le era muy difícil conversar con otras mujeres que no era yo, nunca le había conocido una novia.
Terminé el sándwich y lavé mi plató, me aseguré de dejar los electrodomésticos desconectados y apague las luces, hoy dormiría en casa de Daniel, ya lo había decidido.
Subí las escaleras pero me detuve al escuchar susurrós, me paralice y si no era Daniel? Me quite los zapatos y empecé a avanzar despacio y silencioso, la puerta de la habitación de Daniel estaba abierta, los susurrós venían de ahi, me pegué a la pared y avance despacio, me asomé y me quedé de piedra.
Daniel estaba totalmente desnudo y desconocia de donde había sacado ese cuerpo musculoso, bien trabajado y ese hermoso trasero pero lo que me hizo abrir la boca de la sorpresa fue el ver a su amiguito, no tenía experiencia aún, pero me daba cuenta que tenía gran tamaño y en ese momento unas piernas rodearon sus caderas y lo atrajeron, así que perdí de vista a su gigante amigo.
Cerré la boca y no me moví, ese hombre que estaba en la cama con esa mujer por los sonidos de ella me daba cuenta que era un experto, me di la vuelta y decidí darle su privacidad, aunque aún no entendía donde guardaba todo eso Daniel, nunca lo había visto como hombre, sólo como mi amigo de toda la vida.
Sentía la temperatura de mi cuerpo alterada debido a la visión del cuerpo hermoso de Daniel, tenía que hacer un gran esfuerzo para cuando lo mirará a la cara, mis gestos y mi curiosidad no me tenian que delatar que por fin había visto a un hombre desnudo y en toda su gloria y no a cualquier hombre, había visto a mi mejor amigo desnudo y me había encantado.
Si te esta gustando la historia, no olvides votar.
Kgerals 💚
ESTÁS LEYENDO
Ayúdame a perderla © [Completa en Litnet]
RomanceCuando tú mejor amiga te pide ayuda, tu respuesta inmediata es si. Lo que nunca esperó Daniel es el tipo de ayuda que le estaba pidiendo Luciana, ya había dicho que si, ya no podía echarse para atrás debía ayudarla a perderla.....pero su virginidad...