Capítulo 21

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- disculpa, creo que no te oí bien - Lorena frunció el ceño.

- Luciana, ¿pero que te pasa? No me digas que te gustó estar con Daniel que ahora no lo quieres soltar.

Entrecerré los ojos.

- ¿veniste desde la ciudad sólo para acostarte con Daniel?

Me sonrió.

- claro y como tu buena amiga te traje a mi primo Enrique, ahora déjame entrar querida que este dia   Daniel será muy feliz.

- no lo creo - cerré la mano y con el puño le di en la cara, de la sorpresa Lorena cayó al suelo.

La ventaja de tener hermanos era que me enseñaron a pelear como los hombres.

- ¡si serás bruta!, ¿ que te pasa? - sonreí al ver como trataba de levantarse pero por el tacón kilométrico se le hacía difícil  - ¡ Daniel! - me enfureció al escucharla llamar a gritos a Daniel, lo vi todo rojo y la jale del cabello arruinando su perfecto peinado - ¡sueltame Luciana!.

Metió su pie entre los míos y caí sobre ella es que ni pelear sabía, ambas en el suelo parecíamos gatas, grite cuando sentí que me arrancó mechones de cabello y con más furia jale el de ella hasta sentir que desprendi un buen mechón.

Sentí sus aruños en los brazos tratando de defenderse pero yo le llevaba ventaja, con furia le razgue   su blusa, si ella pensaba que se acostaria con Daniel estaba equivocada.

- ¿ que rayos pasa aquí? - cuando escuchamos la voz de Daniel, Lorena se revolvió más debajo de mi, tratando de salir.

- Daniel, mi amor, ayudame.

- ¿ mi amor?- con más furia le deje ir un puñetazo pero esta vez en la boca - a mi esposo no lo llamas amor, puta barata.

Sentí que me levantaron en el aire y me abrazaron de modo que mis brazos quedaron apresados por los fuertes brazos de Daniel.

Fue ahí cuando me di cuenta que estaba Enrique fumandose un cigarillo, se movió para ayudar a levantar a su prima, sonreí al ver a Lorena hecha un desastre.

Enrique tiro el cigarillo para aplastarlo con su zapato.

- eres una tigresa - sentí que Daniel me apretó más fuerte ante las palabras de Enrique.

- ¡cállate Enrique!, se supone que eres mi amiga y mira como me has dejado y todo por un polvo.

- deje de ser tu amiga Lorena, creo tu cerebro no ha procesado que te di una buena paliza porque aún sigues llamándome amiga - traté de soltarme pero Daniel me abrazaba fuerte - moviste tu horrible trasero hasta el pueblo para acostarte con mi esposo - abrió los ojos con sorpresa.

-¿esposo?- sonreí al ver su labio hinchado por el puñetazo.

- si esposo y si te le acercas a Daniel o vuelves a mandarle fotos de tu vagina te aseguro que me tendrás ahí para darte una paliza.

- eres una idiota Luciana, ¿Crees que Daniel te va a preferir a ti?- soltó una risa que me sonó cruel -años lleva deseandome, amandome - sentí mi corazón sangrar, era verdad lo que ella decía - yo soy más mujer que tú, debes parecerle aburrida, no sé con qué truco lo atrapaste pero déjame recordarte que soy yo la mujer que él siempre ha querido tener.

Me enfureci no me podía soltar así que le solté una patada que le dio en la pantorrilla y la hizo brincar.

- Lorena, creo que mi silencio cuando me enviaste las fotos desnuda, debió decirte mucho, soy el tipo de hombre que le gusta cazar no que lo cazen, no me gustaron tus fotos, si pensaste que me ibas a tentar con ellas, la respuesta es que no lo hiciste.
En cuanto a Luciana déjame decirte que he tenido un ejército de mujeres y ni una de ellas me ha dado todo el placer en la cama como Luciana, ten dignidad y no me busques porque tengo todo lo que quiero en mi casa y en mi cama - Lorena se movió furiosa e iba a darle una cachetada a Daniel, sin pensarlo le di un pisotón que reí a carcajadas al verla brincar de dolor.

- a mi hombre no lo toques - ambas nos miramos con furia - esperó que cada vez que te veas al espejo recuerdes que la paliza que te di fue por querer meterte con la pareja de tu supuesta amiga y luego esposo, que te quede de lección Lorena por muy liberal que seas, el hombre de tu amiga es sagrado.

Me miró furiosa, luego a Daniel.

- par de imbéciles - se giró y sonreí al verla irse cojeando, hasta ese momento me di cuenta que se le había quebrado un tacón.

- es una lástima que ya estés comprometida, eres puro fuego - miró a Daniel - no te preocupes amigo, no es mi costumbre meterme con mujeres casadas.

Hizo un gesto y se giró con una gran sonrisa, después de todo Enrique no era tan descarado como Lorena.

- ¿tú hombre?- sentí que me giró entre sus brazos, me miró y se sorprendió - por Dios Luciana mira tus brazos aruñados, tu cabello parece un nido, y tienes aruños en la mejilla, vamos iré a desinfectarte esas heridas.

Me dejé llevar por él pero me preguntaba si Daniel se sentía así de bien como lo miraba, después de todo acababa de masacrar al amor de su vida, puse la palma de mi mano en mi corazón al sentir el dolor por el amor que Daniel le tenía a Lorena.

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Kgerals 💚

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