Luciana
Caminé hacia la oficina del juez, jamás imaginé que mi boda sería así ¡obligada!, miré a Daniel, el pobre estaba todo golpeado, era mi culpa todo lo que estaba pasando,fue mi idea perder la virginidad y lo arrastré en está situación, esperaba que no me odiara, él no era de compromisos y ahora iba a ser un hombre casado.
El juez nos esperaba sentado detrás de su escritorio, miró a Daniel por encima de sus gafas y sólo se encogió de hombros.
Javier y Jorge empujaron a Daniel para que se sentara frente al juez, al sentarme miré de reojo a Daniel, hizo una mueca de dolor, mis hermanos le habían hecho daño y todo era por mi culpa.
No escuché nada de lo que dijo él juez, sólo sentí el empujoncito de Javier, miré al juez y el acta que debía firmar, ya Daniel lo había hecho y ni cuenta me di.
Me mordí el labio, Daniel iba a odiarme para siempre porque se estaba casando obligado, él no me amaba, no olvidaba que siempre ha estado enamorado de Lorena.
- los declaró marido y mujer - parpadeo y me doy cuenta que ya estoy casada, era la esposa de Daniel, mis hermanos se quitaron de su lado.
- pueden ir por tus cosas Luciana - abrí los ojos sorprendida, me estaban echando de mi casa.
- ¿me echan de mi casa? - los miré furiosa.
- eres mujer casada y tienes que estar en la casa de tu marido - Javier era duro - felicidades hermanita - se giró hacia Daniel - ahora puedes hacer lo que quieras con Luciana, ya es tu esposa - nos miró a ambos y salió de la oficina.
Jorge se me acercó y puso su mano en mi hombro.
- siempre serás nuestra hermanita pero tu lugar es en la casa de tu esposo, si sales de esa casa o él te deja quedará peor de como lo dejamos.
Abrí los ojos sorprendida, me estaba amenazando.
- no lo olvides - miró por última vez a Daniel y salió.
Sentí la mano de Daniel en mi codo, levanté el rostro y sentí pena al verlo, tenía la ceja y el labio inferior partido.
- vamos Luciana - me mordí el labio y salimos de la oficina del juez - ¿quieres pasar por tus cosas?
Negué con la cabeza.
- sólo vamos por tu auto - el asintió.
Todo el recorrido en el taxi lo hicimos en silencio, Daniel llevaba los ojos cerrados.
Cuando bajamos, Jorge estaba sentado en el porche de la casa, se levantó cuando llegamos, se me acercó y llevaba una maleta.
- te conozco y se que no pasarías por tus cosas, te hice esta maleta, si deseas puedes venir por el resto de tus cosas cuando estemos en el trabajo.
No contesté sólo la agarré y caminé hacia el auto de mi esposo, que extraño se escuchaba llamar mi esposo a Daniel.
Me negaba hablarle, no soportaría vivir con el odio de Daniel, llegamos a la casa, bajé mi maleta y no lo esperé.
- Luciana - me detuve pero dándole la espalda - tus cosas en mi cuarto...nuestro cuarto, me daré una ducha, me duele el cuerpo.
Me giré
- si quieres puedo curarte.
- claro
Seguí mi camino pero me detuve.
-¿Piensas salir?
- es mi noche de bodas Luciana y no me la perdería por nada del mundo - sonreí.
- bien - seguí mi camino más animada, no había escuchado ningún reproche, ninguna queja de su parte, quizás se sentía mal por estar en está situación pero no lo demostraba.
Daniel
Me dolía hasta respirar, pero valió la pena cada golpe, aunque me preocupaba el silencio de Luciana, tenía miedo que Lorena le hubiera avisado que llegaba Enrique y ella se sentía triste, suspiré y me prometí a mi mismo hacer hasta lo imposible para que Luciana fuera feliz en este matrimonio.
Subí despacio las escaleras, al entrar al cuarto de baño me desvesti con cuidado, escuchaba movimiento en el cuarto, sonreí, ahora mi casa era la casa de Luciana.
Salí del baño y secarme fue todo un martirio, me dolía el cuerpo, tomé analgésicos para el dolor, por nada del mundo me perderia mi noche de bodas.
Luciana se había duchado en el otro baño sólo vestía una camisa mía, me encantaba verla así.
Me acerqué a ella y la tomé por la cintura, ella me miró y ambos conectamos por un segundo, descendi a sus labios y la besé tiernamente,se separó mirándome.
- te han partido el labio los idiotas de mis hermanos - no respondi sólo la volví a besar.
Esa noche ame a Luciana con toda la paciencia del mundo, era nuestra primera vez como esposos y realmente se sintió tan bien.
Luciana
Desperté y Daniel aún dormía, los brutos de mis hermanos se habían pasado, tenía un moretón en un costado.
Me levanté a ducharme y a prepararle el desayuno a Daniel, encendí la radio y cocinaba al ritmo de la música, me costó escuchar el timbre de la puerta, miré el reloj y apenas eran las 8 de la mañana, con resignación fui a abrir y mi sorpresa fue encontrarme con Lorena.
- Luciana - me miró de la cabeza a los pies - me puedo dar cuenta que ya eres libre de tu virginidad, en hora buena, Enrique esta en el pueblo, vino por ti.
Aún no salía de mi sorpresa de ver a Lorena aquí, en el pueblo y en mi casa porque esta ahora era mi casa.
- ¿que haces aquí Lorena? - se pasó la mano por la minúscula falda que ni los pensamientos le cubrían.
- ¿no es obvio? He decidido que le daré una oportunidad a Daniel, me ha amado prácticamente toda su vida que creo que merece tenerme.
Entrecerré los ojos.
- jamás te importó Daniel, a penas te dije que era mi candidato para perder la virginidad te interesó - me miró con arrogancia.
- no querida lo vi en su red social, de haber sabido que se había convertido en un bombón desde hace mucho lo hubiera convertido en mi amante - respiré y exhale - bueno ya pasó lo que tenia que pasar contigo, ahora déjanos solos, le daré la mejor experiencia de su vida a Daniel.
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Kgerals 💚
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Ayúdame a perderla © [Completa en Litnet]
RomanceCuando tú mejor amiga te pide ayuda, tu respuesta inmediata es si. Lo que nunca esperó Daniel es el tipo de ayuda que le estaba pidiendo Luciana, ya había dicho que si, ya no podía echarse para atrás debía ayudarla a perderla.....pero su virginidad...