Capítulo 19

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Senti el impactó del golpe en mi mandíbula, me abalance sobre Javier y nos dimos puñetazos, ambos rodamos por el suelo y de ahí sentí que me levantaron del cuello de la camisa, Jorge era mas curpulento, su puño se estrelló contra mi estómago.

- desgraciado, confiabamos en ti y mira como nos pagas - los golpes me llovían, de reojo vi a Luciana darle zapatasos a Javier.

- ¡suéltalo!

- ¡lo mataremos! - Luciana se subió en la espalda de Jorge y empezó a jalar su cabello.

- dejarán a mi hijo sin padre - sus hermanos se quedaron quietos, ambos me miraban furiosos. Pasé mi dorso por mi ceja que estaba sangrando.

- Jorge te quedas aquí con ellos - me recosté en la pared del cuarto de Luciana, ni loco me sentaba en la cama, me despellejarian vivo, Luciana estaba sin un zapato, despeinada, intentó acercarseme pero Javier lo impidió - sientate Luciana.

- ¿Qué harás Javier? - la mirada que nos dedico a Luciana y a mi era de molestia pero trataba de controlarse.

- el juez me debe un favor y me lo iré a cobrar, este día te casas Luciana y si este imbécil se niega, ¡lo mató!, él responderá por tu honra y por tu hijo.

- Javier, estamos en una época moderna - Luciana dejó de argumentar al ver la cara de furia de su hermano.

- me importa una mierda la época moderna que esté, hice una promesa en el lecho de mi padre y dado que esté tipo se aprovechó de nuestra amistad y robo tu virginidad, ¡se casa!

- no la robó - Javier se puso más rojo de la furia.

- no quiero excusas Luciana, Jorge vigilalos, si pensaste que sólo ibas a acostarte con mi hermana y luego dejarla, estás equivocado, hoy te conviertes en un hombre casado - Luciana se acercó a Javier y tocó su brazo.

- Hermanito,  estas siendo exagerado, nadie sabe lo mio y lo...

- ¡cállate!, claro que saben en este pueblo, si estamos aquí por que recibimos un mensaje advirtiendonos de lo que pasaba aquí - sin decir más salió del cuarto, poniéndonos bajo llave.

Jorge estaba con los brazos cruzados, sin apartar sus ojos de mi, me dolía el cuerpo, pero no me había quedado atrás, también había golpeado a los hermanos, me senté en el suelo y me recosté en la pared, mentalmente me recordé darle un bono de regalo a Karen, había seguido las instrucciones al pie de la letra, por esa razón no desvesti a Luciana, muy hermanos podían ser pero no permitiría que otro hombre la viera desnuda, esperaba que Javier encontrará al juez y no se negará en cumplirle el famoso favor que mencionó Javier.

Hijo o no, ella sería mi esposa, la amaba y tuve que tomar medidas drásticas con la llegada del imbécil de Enrique. Conocía a Luciana y ella respetaría nuestra unión, miré desesperado el reloj, entre mas rápido nos casaran sus hermanos más feliz yo estaría.

Luciana estaba en un rincón en su cama, me miraba con pesar, yo debía estar hecho un desastre por la golpiza pero estaba feliz, sus hermanos sin saberlo se habían vuelto mis cómplices, sonreí aunque la borré por la mueca de dolor, eran unos gorilas que me habían golpeado hasta debajo de la lengua...pero si me casaban con Luciana, amaría a los gorilas.

La puerta se abrió y entró Javier, se situó en medio de la habitación.

- levántate Luciana, el juez los espera.

Ella me miró y luego a su hermano.

- no puedes obligarme, soy mayor de edad - Javier avanzó hacia ella.

- si no te casas Luciana, tú hijo crecerá sin padre porque lo mandamos al otro mundo - ella se mordió el labio y se puso de pie.

- viven en la prehistoria - pasó al lado de su hermano y se acercó para tenderme su mano y ayudarme a levantar - lo siento Daniel.

Iba a responderle pero Javier nos interrumpió.

- ponte decente - le lanzó las bragas.

Luciana se puso roja y espero que sus hermanos me sacarán para que ella pudiera ponerse decente según su hermano.

Cada minuto se me hacia eterno, me sentía inquieto, la boda tenía que ser hoy mismo, estábamos a un día para que el imbécil llegará al pueblo.

Cuando salió, me sentí feliz, se había peinado, ahora llevaba sus dos zapatos, se había puesto brillo en los labios aunque mi camisa estaba rota, debía tener sangre en el rostro no me importaba, ella sería mía ante la ley, se me acercó y me tendió un paño húmedo.

- limpiate el rostro - levantó su mirada y nos miramos - lo siento Daniel.

- vamos - Javier me sujetó del brazo y apresuró el paso.

Ellos creían que me estaban llevando al matadero más no sabían que me iban a convertir en el hombre mas feliz del mundo porque este día Luciana sería mía.

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Kgerals 💚

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