Capitulo 13

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Me levante a tomar agua, y me di cuenta de dos cosas, la primera que no usamos protección y la segunda que no esperamos que llegará sábado, tenia planes para ese día, una cena con velas, un baño perfumado en la bañera, pétalos de flores en la cama, pero nada de eso pasó, sólo basto un beso y todo lo olvidamos. 

Me serví el vaso de agua, mire el móvil que había traído del cuarto, lo encendí mientras tomaba agua, no dejó de sonar, frunci el ceño, tenia muchos mensajes, lo agarré y me di cuenta que todos eran de Lorena. Básicamente todos decian lo mismo, las ganas que ella tenia de fundir su cuerpo con el mio, el último era una foto que me dejó atónito, era la foto de sus senos desnudos, me pase la mano por el cabello, nunca fui un hombre de comparar a las mujeres para mi todas ellas eran únicas pero no pude evitar pensar que los de Luciana eran mas bellos, de hecho preciosos.

Sacudí la cabeza y me sorprendi al ver que Luciana entraba a la cocina totalmente desnuda.

-¿qué haces? - la recorrí con la mirada, era preciosa, puso sus manos en las caderas con el ceño fruncido.

- tomar agua - su mirada se dirigio al móvil.

- ¿ estabas escribiéndote con la mujer  de está tarde?

La miré y vi la furia en su rostro, Luciana actuaba como si estuviera celosa,  siempre le huí a las mujeres controladoras, celosas y asi se estaba comportando Luciana, ¿me molestaban sus celos?, no. Y eso me asustaba porque con ella yo era un corderito,  ya lo había notado.

- no Luciana, lo acabo de encender - me acerqué a ella,  puse mis manos en su rostro y la besé posesivo.

Me encantaba como respondía a mis besos, la levanté y ella paso sus piernas alrededor de mi cintura.

La senté en la mesa de la cocina mientras la devoraba con mis labios, mis manos recorrían su cuerpo, ella me acariciaba por todas partes.

- te deseo Daniel - su voz ronca por el deseo,  me excitó más de lo que ya estaba, mi amiga y ahora mi mujer, ante ese pensamiento mi beso fue mas feroz,  ella era mía y me daba cuenta que no estaba dispuesto a compartirla con nadie.

Mientras la escuchaba gemir cuando entré en su cuerpo, una idea rondó en mi cabeza, creo que en el fondo era un hombre posesivo, celoso y lo estaba descubriendo al poseer a Luciana, el tal Enrique que buscará otra candidata por que a Luciana ni una hebra de su cabello iba a tocarle, de eso estaba muy seguro.

Luciana

Desperté, sentía mi cuerpo saciado,  tenia un poco de dolor pero no me importaba,  cada minuto valió la pena, Daniel aún dormia, no me podía quejar, era un excelente amante, recordé cuando Lorena me dijo que su primera vez había sido horrible, yo no podía decir lo mismo, mi primera vez fue muy increíble,  Daniel fue paciente, cariñoso, comprensivo y sobre todo muy tierno.

- ¿cómo te sientes? - miré a Daniel que aún tenia los ojos cerrados.

- diferente - le sonrei - no me puedo quejar de mi primera vez, pero pienso debe ser aún mejor cuando el cuerpo se está acostumbrando a la experiencia.

Abrio sus ojos.

- ¿ qué quieres decir Luciana?

- creo que ahora necesito experiencia, quiero aprender ha hacerlo bien - me mordí el labio.

Se enderezó y la sábana se deslizó de su cuerpo permitiéndome ver ese pecho fuerte, me comía a Daniel con la mirada.

- ahora necesito que seas mi maestro Daniel - puse mis dedos en su pecho,  podía ser que no tuviera experiencia pero pude notar como sus ojos se oscurecieron, su cuerpo reaccionó a la cercanía del mio.

Sujetó mis muñecas, se acomodó sobre mi y besaba con hambre mis senos, mi cuerpo ya conocía a su maestro,  solo bastaba una caricia y me estremecía de placer, sus ojos me recorrían con lujuria,  me sentía deseada.

Su boca recorrió todo mi cuerpo, haciéndome gemir de placer y cuando al fin me poseyó, sus ojos estaban atentos a cada gesto, cada expresión.

Esta experiencia era tan deliciosa, única y cuando me estremecía por haber alcanzado las crestas de placer,  fue su nombre el que grité, y podría jurar que vi una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Me había inventado que ahora necesitaba un maestro pero la verdad me gustaba estar con Daniel y no quería salir de su cama... Lo que me hizo aclararle.

- mientras ocupe tu cama, olvidate de traer a otras Daniel - el se encogió de hombros.

- no lo haré,  te has vuelto una gata con las garras afiladas - enarque una ceja  - también va para ti Luciana, mientras duermas conmigo, sólo seré yo.

Solté una carcajada.

- has sido el primero Daniel, no iré por ahí buscando a aprender con otro,  en cambio tú no puedes ver a otra mujer porque mueres por poseerla - frunci el ceño, sólo de imaginar a Daniel poseyendo a otra me enfurecía.

- me refiero a que cuando estés conmigo, no debes mencionar ni el nombre del tal Enrique - se levantó desnudo y pude apreciar su bien esculpidas nalgas.

- ¿Enrique? - frunci el ceño porque no recordaba a quien se refería.

- si, el hombre por quien buscaste a  perder la virginidad, mientras estemos en las clases no lo menciones y cuando te posea no pienses en él.

Me encogi de hombros, si ya ni me acordaba quien era él, menos iba a pensar en él cuando hacia el amor con Daniel.

- espero lo mismo de ti Daniel, tienes que estar consciente que a quien le haces el amor es a Luciana.

Se acercó a mi, lo recorrí con la mirada descaradamente, extendió su mano.

- Es un trato, en esta cama solo seremos Luciana y Daniel - cuando estreche su mano, senti curiosidad ante la sonrisa extraña que me dedicó Daniel, conociéndolo podía jurar que algo tramaba. 

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Kgerals 💚









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