Negué con la cabeza al escuchar como azotó la puerta Luciana, era pequeña pero era dinamita, todavía me dolía mi miembro, jamás había sido mal tratado como hace unos minutos en manos de Luciana. Olvidé por completó decirle a Luciana que había quedado con ella pero realmente era algo que no le había dado importancia porque en el fondo sabía que no pasaría nada con Lorena.
Luciana era capaz de cumplir su promesa, ella no amenazaba a la ligera, yo amaba a mi amigo y no haría nada que lo pusiera en peligro.
Suspiré y me puse la camiseta, con el genio que se cargaba Luciana estaba seguro que hoy no dormiría conmigo, tomé el mando del televisor iba a buscar un buen programa, ya me estaba acostumbrandome a dormir acurrucado al cuerpo de Luciana pero esta noche dormiría sólo.
Me estaba quedando dormido viendo la tele cuando escuché que tocaron la puerta, me levanté a abrir podía que la loca de Luciana hubiera dejado las llaves, sonreí después de todo no dormiría sólo, mi sorpresa fue ver a la morena con la que estuve intimando y de quien no recordaba el nombre.
- Hola guapo, no te has pasado por el bar - se pasó la lengua por sus labios, su minúscula blusa permitía admirar su bien delineada cintura y los vaqueros le quedaban tallados que me preguntaba cómo le entraron - ¿ me invitas a pasar? -dio dos pasos para entrar pero la detuve, una advertencia y el recuerdo del dolor me hicieron detenerla.
- ¿pasa algo?- extendió su mano para tocarme el pecho pero me aparté, podía tener tan mala suerte que esta mujer me ponía un dedo encima y aparecía la loca de Luciana.
- lo siento... - frunci el ceño no recordaba su nombre.
Se cruzó de brazos.
- Camilla, te lo he repetido varias veces, ¿ que pasa?,¿no quieres que entre?
Negué con la cabeza y la miré a los ojos.
- lo siento pero estoy en una relación y no quiero serle infiel - ella me miró molesta.
- sólo es sexo, me gusta como lo haces - cambio su tono de voz - ella no tiene porqué enterarse - levantó ambas cejas.
- con que yo lo sepa es suficiente - agarre la puerta para cerrarla.
- ¿es por la mocosa que estaba aqui?No puedo creer que no desees que hagamos el amor por ella, la pasamos bien no lo puedes negar.
- tú y yo nunca hemos hecho el amor, sólo hemos tenido sexo, nos hemos quitado las ganas nada más.
- que patético eres, limitarte sólo a ella cuando puedes tenerme en tu cama y disfrutarlo, te estás echando a perder.
- vete, voy a dormir - soltó una carcajada.
- ¿a esta hora dormirás? Pareces ya un viejo casado que debe ir a la cama a las 8, hacérselo a su aburrida mujer y sin preservativo - desvie la mirada - ¡no lo puedo creer acerté!, el gran Daniel no es ni la sombra de lo que fue en el pasado, eres patético.
- ya sabes lo patético que soy pero estoy bien, tengo a alguien junto a mi, no es un rostro diferente el que veo cada mañana, quizás sea poco para ti pero es algo que me tiene sin cuidado, te voy a pedir que no vuelvas a buscarme, tengo todo lo que necesito en mi cama, no necesito buscar en la calle - sus ojos oscuros me taladraron con frialdad, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida.
Suspiré, cuando iba a darme la vuelta di un saltó del susto, Luciana venía de en medio de los arbustos.
- ¿que haces ahí mujer? - trataba de calmarme del susto.
- sólo dime algo, ¿también acertó en que no usas preservativo?- la miré, su rostro era inexpresivo.
Me había pasado lo que decían por ahí, atrapado con las manos en la masa.
- no -cerró los ojos.
- ¿cuantas veces?
Me mordí el labio, no sabia cuantas veces si desde que lo hicimos la primera vez parecíamos conejos.
- desde el primer dia.
- ¿por qué así?, si me distes un puño de preservativos cuando iba a hacerlo con otro.
- no nos acostamos el día que teníamos planeado, todo fue de imprevisto, lo olvidé Luciana.
-¿y los demás días? - bajé la mirada, simplemente me había gustado estar así con ella, era con la única que lo había hecho así - esperó Daniel que estés sano porque ya sabes lo que pasará.
Suspiré.
- sólo contigo no he usado protección, estoy más sano que un toro.
La vi entrecerrar los ojos, creo al fin había caído en cuenta de lo que podía pasar.
- me introduces al mundo del sexo y ¿también al de mamá?
- lo siento - se me acercó con los brazos en jarra.
- si me has embarazado la has cagado, mis hermanos te matan Daniel.
- lo sé Luciana.
Ella me miró molesta.
- en cinco días tiene que venirme mi periodo y es puntual - me taladro con la mirada - voy a dormir, usa el sofá.
Levanté una ceja cuando paso a la par mía, se había apoderado de mi cama y me enviaba al sofá.
- no pienses dormir en el otro cuarto Daniel, es el inicio de tu penitencia dormir en el sofá.
- ¿penitencia?
- claro, tienes que ser castigado por haber pensando dormir con Lorena, por recibir a esa buscona a las 11 de la noche y por hacerlo sin preservativo.
- no la deje entrar, fuistes testigo.
Se giró y me miró.
- por eso reduje la pena porque pobre de ti si esa mujer hubiera entrado.
Suspiré.
- Luciana exageras...
- cuida tus palabras puede que estés hablando con la madre de tu hijo.
Puse los ojos en blanco ahora iba a usar el bebé por estos largos cinco días, Luciana aprovechaba toda oportunidad para hacerme la vida imposible.
- duerme Luciana - subí con ella las escaleras.
Presentía que estos cinco días iban a ser los más largos del mundo, tuvo que venir la tal Camilla y poner en sobre aviso a Luciana.
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Kgerals 💚
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Ayúdame a perderla © [Completa en Litnet]
RomanceCuando tú mejor amiga te pide ayuda, tu respuesta inmediata es si. Lo que nunca esperó Daniel es el tipo de ayuda que le estaba pidiendo Luciana, ya había dicho que si, ya no podía echarse para atrás debía ayudarla a perderla.....pero su virginidad...