Todos Van a Saberlo.

145 13 3
                                    

Draco se alejó y la dirigió rumbo al bar, Ginny le siguió sin decir nada, el beso había sido el más incómodo que hubiesen tenido en todas estas semanas, pero él no dijo nada, más bien no tomo importancia de ello.

— ¿Qué quieres beber? –la interrogó.

—Whiskey –contestó frunciendo el ceño y observando a su alrededor.

—De acuerdo, ahora vuelvo –se alejó rumbo a la barra mientras ella conseguía otro lugar, por fortuna, encontró uno un poco alejado.

Observó hacia el mar de gente que había y se colocó en modo ausente, sus pensamientos corrieron rumbo a la discusión con Lavander, la había golpeado directo en el rostro con todas esas verdades, no lo negaba, y sabía muy bien la razón por la que estaba actuando como lo estaba haciendo, no tenía nada que ver con el romance prohibido con Ron, ni el romance secreto que mantenía con Draco. Ambos le gustaban. A Ron lo amaba. Pero había decidido aceptar esa relación por el simple hecho que en dos meses, terminaría mudándose, y su hermano se olvidaría por completo de esa relación, seguiría con Hermione, y ella encontraría a un chico en el lugar al que se mudara. Negó frustrada. Las cosas se le habían salido completamente de dimensiones, le gustaba pasar tiempo con Draco, porque era un chico agradable, y con cada encuentro con Ron. Se le hacía cada vez más difícil el alejarse de él, odiaba tener que dejarle ir a los brazos de la castaña, pero tampoco se había creído con el derecho de arruinar la vida de su amiga, que idiota había sido con esa creencia tan ingenua, era más que obvio que había arruinado la vida de una de sus mejores amigas, de forma directa o indirecta, había jodido todo. Para los cuatro.

—Voy a ofenderme si estás coqueteando con aquél tipo –la voz de Draco la sacó de sus pensamientos haciéndola saltar, ¿en qué momento había llegado?

—No –contestó un poco confundida –estaba pensando en el trabajo.

—Vinimos a festejar, no a pensar en trabajo ¿no es así? –Se volvió a levantar –vamos a bailar ¿Qué esperas?

—Sólo quiero un par de tragos para festejar y volver a casa, si no te molesta.

—Creo que tenemos los mismos planes –le tomó a su whiskey con una mirada oscura.

—Posiblemente –contestó y bebió, observando al lugar de nuevo.

Draco movió la cabeza rechazando una nueva oferta de algo, cuando la chica se alejó, volvió sus ojos a Ginny, que seguía pensativa, todo había estado bien hasta ese beso incómodo.

—Deberías decirme que es lo que te está molestando –soltó enfadado.

—Nada me está molestando –contestó.

—Claramente algo te está molestando, fuiste tú quien me habló para que viniéramos a festejar, lamento si te molestó que reservara en ese restaurant... o que te besara en público.

—No es eso, Draco, en serio que no ¿cómo podría molestarme un beso cuando es lo mínimo que hemos hecho nosotros? –él sonrió.

—Has estado mirando a un punto toda la noche, perdón que crea que algo te molesta, te conozco lo suficiente como para saber que algo te molesta.

—Pero no me conoces lo suficiente como para saber que me molesta.

—Vale –aceptó –lo capté –se recargó en el respaldo de su silla.

—Perdón por hacerte salir de tu casa y arruinar la velada –se disculpó –nos veremos otro día.

Se abrió paso entre las personas y salió, tendría que conseguir un taxi para poder volver, lo que menos quería era otro viaje incómodo rumbo a su apartamento.

Your Own WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora