32. No me jodas.

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Un mes después...

-Zeus, tenemos indicios de disturbios en la calle de Independencia.-Me avisó Alexis lanzándome un chaleco antibalas, me levanté de un salto de mi silla y me lo puse con rapidez, tomé mi arma del cajón superior de mi escritorio y corrí fuera de la estación, afuera Alexis me esperaba dentro de su vochito.

-No me jodas.-Gruñí y me metí en el mini auto.

(...)

-¡Arriba las manos!-Grité apuntando a los chicos de 16 a 20 años que se encontraban apuntándose entre sí con cuchillos o armas, nadie se inmutó y siguieron apuntándose.- ¡No lo volveré a repetir! ¡Arriba las manos!

-¡Y suelten sus armas!-Seguían sin prestarnos atención, gruñí y disparé al suelo frente a ambos bandos, ahora sí capté su atención.

-¡Dejen sus arma en el suelo y levanten las manos! ¡Ahora!-Dije molesta, los más jóvenes me obedecieron, pero los mayores no, los miré con los ojos entrecerrados.-Bajen las armas o tendrán problemas.

-No me manda nadie, señora.-Me contestó uno de ellos, la sangre hirvió en mis venas.

-¡¿Señora?! ¡Tengo 19 años, pendejo!-Le grité molesta y le disparé al hombro, él chico me miró asustado y se llevó una mano al rozón en el hombro.-Ahora sí, muchachitos, o bajan todos las armas o aquí se armará una grande.

-¡Chinga a tu madre!-Me gritó la cabecilla de uno de los bandos y me disparó, la bala se incrustó en mi costado derecho haciendo que caiga al suelo.

-¡Hijo de tu madre!-Le disparé a la pierna y ahora fue él quien cayó.

(...)

-Todo parece estar normal en los signos vitales del feto, usted deberá guardar reposo durante dos semanas para que los puntos no se abran, puede...

-¿Disculpe?-Interrumpí a la doctora, ella me miró molesta.- ¿Feto?-La miré alzando ambas cejas, incrédula.

-Así es.-La miré sin comprender.-Muchacha, usted está por acabar el primer trimestre de embarazo.

Creo que me desmayé.

(...)

-Ay, muchacha, debería tener más cuidado a la hora de tener relaciones.-Me dijo la doctora dándome un vaso con agua.- ¿No sabía acerca de su estado?

-¡Obviamente no!-Me alteré y apuré el agua.

-¿Acaso no está al pendiente de su periodo o qué?

-He estado ocupada.-Hice una mueca y me bajé de la camilla.-Puedo irme, ¿no?

-Sí, tenga cuidado con esos puntos y cuídese mucho, a usted y a su bebé.

-Claro, adiós.

(...)

Me senté en el sofá de mi departamento y suspiré, embarazada, yo, ¡JA!

No le creí a esa doctora así que pasé a una farmacia a comprarme una prueba de embarazo... de cada marca que había en la farmacia, en mi defensa este es un tema en el que se tiene que estar 100% segura.

¿Llamaré a Alexis? No, mejor lo dejo aparte de todo esto. ¿Y a mi hermano? No, no, mala idea.

Me levanté del sofá, tomé la bolsa donde venían las condenadas pruebas y me encerré en el baño.

(...)

Alguien tráigame una jodida botella de Vodka.

Embarazada, así es como estoy, ¡embarazada!

Absorbente #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora