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 Para Jimin, todo había sido raro.

Había sido raro lo que había pasado en el baño del restaurante en el que trabajaba; había sido raro que, sorprendentemente, nadie se hubiera enterado de aquello; había sido raro que Yoongi le esperase en la puerta de atrás para acompañarle hasta su apartamento después de su turno en el restaurante la noche anterior; pero sin duda, lo más raro había sido recibir, esa misma mañana, un mensaje del mayor diciéndole que quería quedar con él pronto para volver a hacer una sesión de fotos.

Jimin ni siquiera recordaba aquello.

Por un instante, se había olvidado por qué había conocido a aquel chico.

Por unos segundos, había olvidado por completo que Yoongi no era más que el chico para el que posaba; al que ayudaba en un proyecto de la universidad.

Durante un escaso momento, había olvidado que todo aquello era algo que no debía haber pasado, sino, que él mismo había querido que ocurriese.

Se sentía culpable; pero no por eso había mentido a Yoongi el día anterior.

Había una diferencia muy pequeña entre la culpabilidad y el arrepentimiento.

Y Jimin tenía claro que no se arrepentía de nada.

Todo aquello había ocurrido porque, técnicamente, él lo había buscado.

Presentarse como voluntario a aquellas fotos no había sido nada mas que una manera de mostrar a Jungkook que podía hacer cosas sin tener su permiso; mejor dicho, aquello había sido una manera de mostrarse a sí mismo que no necesitaba el consentimiento de su novio para hacer absolutamente todo. 

Porque sí, Jimin necesitaba tener la aprobación de alguien para cada cosa que hacía.

Él mismo era consciente de que aquello no era sano, ni para si mismo, ni para su relación; pero le encantaba. 

Adoraba ser dócil y sumiso; sobre todo durante el sexo.

Si; Park Jimin era un maldito fetichista, y de hecho, ni siquiera procuraba ocultarlo.

Lo admitía, tenía un serio problema con los juegos de poder, adoraba recibir ordenes y cumplirlas.

Pero sin duda, lo que mas le gustaba era ser premiado.

Le encantaba recibir cumplidos.

Le encantaba cada vez que Yoongi le alababa al terminar de fotografiarle.

"Las fotos han salido perfectas Jimin, muchas gracias." 

"Realmente posas bien mocoso. ¿Nunca has pensado en ser modelo o algo por el estilo?"

Amaba aquello.

Por eso, algo en lo mas profundo de su ser quería que el mayor le adorase de otra forma, o mejor dicho, en otra situación.

Lo admitía.

Quería sentir al chico.

Quería sentir su piel cálida junto a la suya; quería sentir sus labios recorriendo cada centímetro de su cuerpo; y él también quería recorrer con sus labios al chico de arriba a abajo.

Quería probarlo. En todos los sentidos que podía tener esa palabra.

Y no se sentía culpable por eso. En un principio se había sentido terriblemente mal por siquiera pensar en ello, pero tras darle muchas vueltas, ¿qué importaba?

Era algo normal, no era la primera ni la última persona que sentía deseo sexual hacia alguien que no era su pareja.

Incluso Yoongi lo sentía.

photograph ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora