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—Jimin—Dijo el mayor, rompiendo el cómodo silencio que había en la habitación—Necesito que seas sincero conmigo—Murmuró, acariciando el pelo del chico, quien tenía la cabeza descansando sobre su pecho.

—¿De qué hablas, hyung?

—Sé que hay algo que te preocupa; llevas algo raro un par de días, como ausente.

Jimin suspiró profundamente, afrerrándose con más fuerza a la cintura del chico, y se dispuso a hablar.

—En el día de la presentación...—Comenzó, y Yoongi se tensó, temiendo que siguiese preocupado por lo que había pasado con Jungkook en ese entonces—Había un productor entre el público. Me han ofrecido una beca para entrar en un programa completo de danza.

Ante aquello, Yoongi no pudo evitar sentarse en la cama y mirar a Jimin a través de la penumbra, sin poder ocultar su alegría y orgullo por la noticia.

—¿Bromeas? Es una oportunidad increíble, Jimin; siempre has querido entrar en un conservatorio real, tien-

—En Francia—Interrumpió con un nudo en la garganta—El conservatorio está en Francia; en París.

La sonrisa de Yoongi se desvaneció poco a poco ante aquella noticia, pero trató de recomponerse rápidamente y fingir que realmente eso no le había afectado tanto como realmente lo había hecho.

—Has aceptado, ¿verdad?

—Les dije que tenía que pensarlo; todavía sigo en ello.

—Tienes que aceptar, Jimin; es una oportunidad maravillosa para ti, lo que siempre has querid-

—Tu eres lo que quiero en este momento, no podría irme sin ti... Son ocho meses, Yoongi; yo... no estoy seguro de...

—No quiero ser quien te frene a lograr tu sueño. Sería horriblemente egoísta por mi parte.

El menor bajó la mirada y mordió su labio inferior.

—Quiero que llames y aceptes esa beca, ¿entiendes? Además, ¿qué son ocho meses? Ocho meses no son nada, mocoso; pasarán volando, ya lo verás.

Jimin gateó en la cama hasta sentarse sobre el regazo de Yoongi, quien se encontraba sentado frente a él; y tras envolver su torso con brazos y piernas, escondió la cara en su cuello y cerró los ojos, disfrutando del conocido olor de la piel del chico.

—¿Cuándo tienes que irte?—Preguntó ahora con un tono de voz notablemente mas apagado, acariciando suavemente la espalda del menor.

—El avión sale en dos días—El cuerpo de Yoongi se tensó bajo su agarre—Sé que debería habértelo dicho antes, pero realmente quería alargar esto lo máximo posible; de todos modos, probablemente no me habría ido.

—Tienes que ir—Murmuró el mayor besando cariñósamente el pelo de Jimin.

—No estoy seguro de querer hacerlo.

—Tonterías; sabes que quieres, el brillo de tus ojos cada vez que te veo bailar te delata.

Jimin guardó silencio.

—Realmente lo lamento; he sido muy egoísta.

Yoongi negó a la par que indicaba suavemente al contrario que guardase silencio.

No le culpaba; no podía hacerlo.

Probablemente en su situación habría hecho exactamente lo mismo.

Jimin había conocido la maldad del amor de la mano de la misma persona que le había enseñado la belleza de ser amado.

Desconfiaba aunque no quisiese hacerlo.

photograph ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora