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Yoongi gruñó contra la almohada; buscando a tientas el cuerpo de Jimin en la cama.

—Jimin—Llamó con la voz ronca una vez se hubo dado por vencido, negándose a abrir los ojos.

El menor no contestó, y tampoco pareció dar señales de vida en el interior de aquella habitación; por lo que decidió volver a llamarle, esta vez alzando levemente el tono de su voz.

—Jimin—Llamó haciendo una mueca de molestia por la sensación dolorosa de su garganta.

Se removió vagamente entre las sábanas hasta quedar mirando al techo, y se frotó los ojos con el dorso de la mano, abriéndolos poco a poco para acostumbrarse a la luz.

Se sentó en el colchón y se quedó mirando hacia un punto fijo e inexistente durante algunos segundos.

"Jimin" se recordó a sí mismo saliendo de su ensoñación.

A paso lento, se levantó por completo de la cama mientas estiraba una de las sábanas con él, para poder envolverse con ella y tratar de deshacerse del frío que sentía.

—¿Jimin?—Preguntó parado en mitad del pasillo mientras bostezaba.

La cabeza del menor se asomó desde el final de éste y a paso rápido se acercó hasta donde él estaba.

—¿Qué haces fuera de la cama?—Preguntó mientras le agarraba de la mano y tiraba de él de vuelta a la habitación.

—Te buscaba; no estabas y tenía frío—Contestó arrastrando las palabras con un tono aniñado.

Jimin guardó silencio y volvió a recostarle en la cama con cuidado; procurando taparle bien.

—No es justo, Jimin—Replicó—¿Por qué yo he enfermado y tu estás bien?

El menor se encogió de hombros intentando reprimir una sonrisa.

Era gracioso ver a Yoongi comportarse así; tratando de ganar su atención para recibir mas cuidados de su parte.

—Mi madre siempre me dijo que tenía las defensas elevadas—Se limitó a contestar mientras se encaminaba de vuelta a la salida de la habitación.

—¿Ya te vas?

—Solo voy a la cocina; te dije antes que iba a hacer una sopa de algas para que te pongas mejor.

—¿Cuándo dijiste eso?—Preguntó, totalmente confundido el mayor.

—Antes; cuando me desperté. No me mires así, Yoongi; tu también estabas despierto, incluso me dijiste que te estabas muriendo.

Yoongi no contestó; se limitó a observar como el chico se marchaba por la puerta, mientras seguía pensando en aquella conversación que él no recordaba haber tenido.

Comenzó a impacientarse con el paso de los minutos que el menor pasaba sin entrar en la habitación; más aún, cuando le escuchó hablando por teléfono.

Se sorbió la nariz y se propuso levantarse e ir hasta donde el chico estuviera, con el fin de arrastrarlo de vuelta a la cama y seguir durmiendo cómodamente junto a él; pero para su sorpresa, antes de terminar de reincorporarse, la puerta se abrió.

Yoongi no pudo evitar mirar a Jimin con una pequeña sonrisa.

El menor llevaba puesta una de sus sudaderas, una la cual era blanca pero que por un accidente de lavado había quedado en un ligero tono rosado, y la cual había dejado de usar desde ese entonces.

Jimin se acercó a él y se sentó en el centro de la cama, cruzando las piernas y dejando un cuenco de humeante sopa entre ellas, comprobando que estaba lo suficientemente estable y sin riesgo de caerse.

photograph ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora